Para que los niños pequeños puedan disfrutar de la música, estos deben participar en ella plenamente. Las canciones para tu bebé y retahílas infantiles populares que, durante tanto tiempo han sido usadas por los niños como fuente de diversión, permiten que estos puedan participar y contribuir en la experiencia musical.
En general, todas las canciones hacen que los bebés intervengan no solo a través del canto, ya que para su realización óptima y máximo entretenimiento requieren la realización todo tipo de acciones de estimulación, ya sean de coordinación, psicomotricidad, habilidades rítmicas, etc. Muchas de ellas permiten a los pequeños conocer y explorar su propio cuerpo y por tanto su «yo» físico y otras que cuentan historias, desarrollan la creatividad por la necesidad de realizar una serie de gestos que acompañan la acción.
Canciones para iniciar a tu bebé en la música
Con estas canciones puedes iniciar la estimulación temprana con música:
1. Los cinco lobitos. Una de las canciones más conocidas para los bebés es Los cinco Lobitos. En ella el bebé no solo tiene que aprender el movimiento de girar las manos, sino que también tiene que acompasarlo con el ritmo de la canción. Esto por su dificultad, necesita al principio de la ayuda de un adulto pero pronto son capaces mediante la imitación de seguir el movimiento ellos solos.
La canción dice:
Cinco lobitos tiene la loba / cinco lobitos detrás de la escoba / cinco parió, cinco crió y a todos los cinco…
2. Saco una manita. Otra canción en este caso algo menos conocida es la que propone Ercilla Gallioti de Calvo para estimular la psicomotricidad y los reflejos, trabajando la capacidad del niño para acometer una acción en el momento preciso. La canción se llama «Saco una manita» y se puede trabajar también como retahíla:
Saco una manita y la hago bailar / la cierro, la abro y la pongo en su lugar / Saco otra manita y la hago bailar / la cierro, la abro y la pongo en su lugar / Saco mis manitas, las hago bailar/ las cierro, las abro y las pongo en su lugar.
Pedir marcar el pulso por primera vez a un niño (sin olvidar que los adultos también tienen sus dificultades*), suele ser un poco confuso. En primer lugar por la palabra y mucho más si se intenta explicar su definición teórica como esa «sucesión periódica de pulsaciones en el tiempo», la cual por su abstracción queda lejos de la concreción del pensamiento infantil.
3. Pon gallinita pon. Para los bebés aprender el ritmo de las canciones implica poder mantener la concentración de realizar una acción continuada en el tiempo periódica, algo realmente difícil. Para ello, son los adultos los que como siempre sirven de patrón a imitar y es muy interesante el ejercicio que consigue la canción «Pon, gallinita pon». En ella, el adulto marca el pulso en la palma de la mano extendida del niño haciendo hincapié sobre la palabra «pon» acompasadamente y más adelante cuando el niño sea un poco más mayor, serán ambos participantes los que marquen cada uno su pulso.
La canción dice:
Pon, gallinita pon / pon gallinita un huevo / pon, gallinita pon / pon gallinita dos / pon, pon, pon.
4. Palmas palmitas. Otra canción para los un poco más mayores que enseña a llevar el pulso y a realizar palmadas es la famosa «Palmas, palmitas». En general, no es fácil hacer coincidir las palmas de la mano en los momentos oportunos y suele suceder que los pequeños, al ponerse nerviosos por la concentración que requiere la acción, alejan mucho las palmas entre sí o las golpean demasiado fuerte, no permitiéndoles llevar el ritmo de la canción. Es necesario que un adulto al principio les coja las manos mostrándoles un movimiento más sencillo que luego ellos intentarán rápidamente imitar para poder disfrutar de los sonidos que son capaces de producir.
La letra es:
Palmas, palmitas / higos y castañitas / almendras y turrón / para mi niño son.
Marisol Nuevo Espín
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