El lenguaje es una de las habilidades más importantes que maneja el ser humano y que nos permite comunicarnos entre nosotros. Cuando una persona crece parece sencilla esta capacidad, sin embargo detrás hay todo un proceso de aprendizaje complejo. Los bebés deben empezar a reconocer distintos patrones auditivos, descifrarlos y utilizarlos para emitir una respuesta con sentido.
Este aprendizaje puede verse favorecido por distintas fórmulas de estimulación. Ahora, un estudio de la Universidad de Seatle, publicado en The Proceedings of the National Academy Sciences, sugiere que la música puede jugar un papel importante en este proceso. Los ritmos de estas canciones hacen que se puedan prever los patrones en la adquisición de esta habilidad y favorece una actividad cerebral favorable a ella.
El ritmo de la melodía
En este estudio participaron un total de 39 de bebés. 20 de ellos acudieron a sesiones de 12 a 15 minutos en donde jugaban mientras de fondo se escuchaba música, concretamente un vals, algo «relativamente difícil para que los niños aprendieran al ritmo». Los restantes participaron en jornadas en las que ninguna melodía los acompañaba durante la realización de estas actividades.
Tras varias semanas participando en estas actividades, los bebés fueron evaluados mediante resonancias magnéticas. Estas pruebas midieron tanto el tiempo de respuesta ante estímulos externos como la actividad cerebral. En concreto se analizó el córtex auditivo y la corteza prefontral, áreas encargadas de manejar la atención y detección de patrones como los empleados para el lenguaje.
Aquellos bebés que habían sido expuestos a la música, presentaban una mayor actividad cerebral que favorecía la detección de los patrones del lenguaje para su posterior utilización. Los responsables del estudio destacan que de esta forma la melodía puede crear nuevas conexiones cerebrales y favorecer el desarrollo de nuevas terapias en niños con trastornos del habla.
Estimulación del lenguaje
Junto a la música, en casa se puede apostar por otros ejercicios para estimular el lenguaje. Estos son algunos de ellos:
– Usa un lenguaje claro y sencillo para que el niño lo tenga fácil al imitarlo.
– Mostrar interés por lo que dice el niño repitiendo sus palabras y añadiendo nueva información adicional.
– Devolver al niño la palabra mal articulada para que la pronuncie bien varias veces.
– Mostrar mucho interés al niño por lo que tenga que decir y pedirle que repita lo que no pueda entender por completo.
– Ayudar al niño a expandir su vocabulario mediante la introducción de nuevas palabras y leyéndole libros que tengan una oración sencilla en cada página.
– Nombrar objetos y describir las ilustraciones del libro.
– Colocar distintos objetos en de un cubo y pedir al niño que los vaya sacando de uno en uno, diciendo cómo se llaman.
Damián Montero
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