El bebé, desde que nace, no cesa de descubrir y conocer el mundo y muy pronto reconocerá a personas y objetos familiares, aunque la típica forma de conocer será llevándose las cosas a la boca. Despertar sus sentidos para que perciba y relacione estímulos entre sí, es ya un acto cognitivo y perceptivo que estimula sus capacidades intelectivas.
Poco a poco, el bebé querrá conocer y adaptarse al entorno. Todos los ejercicios que realicemos con él bebé serán actos cognitivos y perceptivos. No obstante, hay algunos más directamente relacionados con el acto de pensar.
Explora la capacidad de aprendizaje de tu bebé
El bebé investigador
A partir del tercer mes de vida, muestra gran interés por investigar y explorar el entorno, atiende cuando se le ofrece ayuda como, por ejemplo, para coger un juguete fuera de su alcance. También pone a prueba sus habilidades motrices que le permiten manejar mejor su entorno y comienza a clasificar sus percepciones. Es una etapa importante en su desarrollo, pues al final del segundo trimestre la independencia adquirida le permite ampliar mucho sus experiencias.
La manipulación de objetos: el descubrimiento de las manos
Sus posibilidades motrices, al final del primer año, le abren nuevos campos de exploración, le cuesta estar quieto y quiere tocar todo. Las posibilidades de manipular objetos le llevan a tenerlos más rato en las manos para conocerlos antes de llevárselos a la boca. Tiene buena memoria y se extraña cuando le desaparece un juguete, intenta buscarlo y a veces muestra su enfado por no encontrarlo o no alcanzarlo.
Recuerda dónde están ciertos objetos y si puede va por ellos. Es capaz de observar y atender con detenimiento lo que le interesa, empleando bastante tiempo en ello. Demuestra curiosidad en conocer nuevas cosas, le gusta que le enseñen y que le ayuden a realizar actividades. Se da cuenta cuando le imitan y se siente satisfecho repitiendo las acciones; se complace imitando. Es un buen momento para enseñarle nuevas cosas, ya que demuestra buena disposición para el aprendizaje.
El crecimiento cerebral de tu bebé
Aprender nunca resulta tan fácil como en las primeras etapas de vida gracias a la plasticidad del cerebro. Se establecen nuevas conexiones y cambios importantes en las ramificaciones y prolongaciones de las neuronas. Algunos padres no responden a la motivación por aprender que muestran sus hijos, ya que pueden pensar que hay muchos conocimientos que adquirirán posteriormente. Sin embargo, en la primera infancia se encuentra la base para asegurar el éxito de los futuros aprendizajes y prevenir posibles dificultades.
Ejercicios para los primeros 6 meses de tu bebé
1.- En blanco y negro
Como ejercicio de estimulación visual podemos confeccionar cartones en blanco y negro con líneas verticales y horizontales. Hay que presentárselos cada día situándoselo en el centro de su campo visual y desplazándolo hacia la izquierda y derecha.Durante los primeros meses de vida el niño es capaz de atender a los contornos de los objetos por lo que nunca es demasiado pronto.
2.- Colores fuertes
Es bueno no ofrecer al pequeño colores pálidos. Al contrario, para estimular su sentido de la vista, hay que buscar siempre objetos con contrastes de colores, ya desde los primeros meses de vida. De esta forma hará un esfuerzo por focalizar. Por ejemplo, muñecos de peluche con azul oscuro y blanco, blanco y negro, etc.
3.- En todo el jaleo
Para una estimulación auditiva del bebé es mejor no aislarle del entorno sonoro que le rodea. Cuanto antes se acostumbre a los diferentes sonidos mejor: aspirador, timbre de la puerta, teléfono, etc.Hay que contar por supuesto con la debida prudencia y con las características y situaciones de cada bebé.
4.- En el suelo
Otra manera de estimular el sentido del tacto durante los primeros meses de vida, podemos colocar a nuestro bebé en el suelo sobre diferentes texturas: alfombra, parque, césped, toallas, moquetas, etc.Es conveniente no repetir demasiado tiempo la misma.
Ejercicios para tu bebé a partir 6 meses
5.- Hablar al bebé
Otro ejercicio de estimulación auditiva puede consistir en hablar a tu bebé alejándote poco a poco de él, de manera que vaya captando las gradaciones del sonido. También podemos colocarnos en diferentes lugares de la habitación para que compruebe la dirección del sonido.Puede resultar interesante hablar también fuera de la habitación y luego aparecer hablando para que lo relacione.
6.- De un lado a otro
Para estimular su sentido de la vista, podemos colocar delante de él algún objeto que nuestro hijo conozca bien. A continuación, cuando lo esté mirando, podemos desplazarlo de izquierda a derecha para que aprenda a fijar la mirada mientras él se mueve.En el momento que notemos cierto desagrado hay que dejar el ejercicio y volver a probarlo el día siguiente.
7.- Muchos objetos
Ahora vamos a dejar que el bebé juegue solo y pruebe. Introduciremos dentro de una cesta o caja objetos del entorno del hogar con diferentes texturas y le permitiremos que juegue libremente. Podemos utilizar: cucharas de palo, botellas de plástico, peines, etc.Atención, no le dejemos objetos demasiado pequeños que pueda llevarse a la boca y tragárselos accidentalmente.
8.- Duro/blando
Ahora, para que compruebe más texturas diferentes y estimularle así a través del tacto, vamos a colocar objetos duros y blandos delante de él. De nuevo le dejaremos que juegue libremente. Mientras él observa los objetos debemos mencionarle la textura característica. Algunos objetos que le puedes ofrecer: esponja, tela, cubo de construcción, plastelina…
Carlos Díe Aznar
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