¡Llegan sin libro de instrucciones! ¿Qué padre primerizo no se ha sentido extraño ante determinados comportamientos de su hijo recién nacido? Uno de estos puede ser el estornudo, una señal que en la mayoría de las ocasiones indica un catarro, u otro problema relacionado con la actividad pulmonar. ¿Quiere esto decir que hay que preocuparse porque los bebés tienen la salud delicada? ¿O por el contrario toca relajarse?
Tal y como explican desde la Asociación Española de Pediatría y Atención Primaria, AEPap, el estornudo es normal en los recién nacidos. Su aparición les permite mantener la nariz despejada de cualquier partícula de polvo o restos de leche materna que puede regurgitar. De esta forma, les es posible abrir una fosa nasal ocluida después de tomar el pecho durante un tiempo prolongado. Pero, ¿qué es lo normal?
El estornudo en recién nacidos
El estornudo en los recién nacidos les facilita mantener la nariz despejada. No existe un número fijo de los mismos que se considere «normal» a lo largo del día. Lo que sí se debe tener en cuenta es si su presencia se hace visible, audible más bien, junto a otros síntomas como dificultad a la hora respirar, o la fiebre, que sí encenderían las alertas ante un problema de salud grave. En caso contrario, los padres pueden mantener la calma.
Tampoco hay un plazo para que los padres estornudo desaparezcan. Simplemente hay que saber que dejarán de hacer acto de presencia en los días, o semanas siguientes tras su nacimiento. Eso sí, los pediatras inciden en la importancia de vigilar que no hay otros síntomas como los mencionados: fiebre, o dificultad para respirar. Si no es así, no se requiere de ningún tratamiento ya que es una rutina normal que permite mantener la nariz limpia y abierta.
Rutinas normales en los bebés
El estornudo en los bebés es solo un ejemplo de las diferentes rutinas que pueden sorprender a los padres, pero que son normales en su desarrollo. Estas son otras de las que destacan los pediatras:
– Piel Es frecuente observar en los primeros días una descamación de la piel en el tronco y las extremidades. No es necesario un cuidado especial y se resuelve sola en poco tiempo. En muchos recién nacidos puede verse, en la zona baja de la espalda, una mancha de color oscuro que recuerda a un hematoma (moratón) y recibe el nombre de mancha mongólica por ser frecuente en esta raza. La extensión puede variar de un niño a otro. No significa ninguna enfermedad y desaparece sola en los primeros años.
– En la nariz, las mejillas y la barbilla aparecen en los primeros días unos pequeños granos blanquecinos que recuerdan a las pústulas del acné. Reciben el nombre de miliaria, aunque popularmente se conocen como engordaderas. No tienen importancia ni requieren cuidados.
– Uñas Los niños nacen a menudo con las uñas de las manos largas y parcialmente rotas en sus extremos. Esto provoca, a veces, que se lastimen, sobre todo la cara. Si esto ocurre, al margen de los días de vida que tenga el bebé, no hay ningún impedimento para cortar las uñas. Debe hacerse con cuidado, aprovechando los momentos en que el bebé esté más relajado y utilizando unas tijeras adecuadas de punta redonda o bien un cortauñas. Si los padres no se sienten todavía seguros en el manejo de las tijeras, se puede utilizar puntualmente una lima de uñas.
– Ombligo A lo largo de los años, los consejos sobre el cuidado del cordón umbilical en los primeros días y hasta su caída han sido cambiantes. Se han utilizado distintos productos antisépticos (alcohol de 70º, mercurocromo, productos con yodo, etc.) y popularmente se han recomendado prácticas como la de no mojar el cordón o bañar al niño hasta que este se hubiera desprendido.
Recientemente y basándose en diversos estudios científicos, las recomendaciones sobre el cuidado del cordón umbilical pueden resumirse en las siguientes:
- El cordón suele desprenderse entre el 5º y 15º día.
- La zona del cordón se puede lavar con agua tibia y un jabón neutro, al igual que el resto de la piel, en el momento del baño, secándolo después y cubriéndolo con una gasa seca.
- Cambiar a menudo los pañales del bebé. Si comprobamos que el cordón aparece manchado con heces, hay que lavar de nuevo con agua y jabón, secar y dejar una gasa seca
- El uso de antisépticos no ofrece ventajas sobre una buena higiene y en ocasiones puede retrasar la caída del cordón.
Damián Montero
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