La primera idea que debemos tener como padres es que los niños en la etapa de 0 a 2 años tienen una predisposición muy positiva hacia el aprendizaje, puesto que la base con la que cuentan es prácticamente nula.
Todo lo que les proporcionemos les va a aportar un desarrollo y una estimulación positiva. Se confirma con esto, una vez más, que son como esponjas, cuentan con una plasticidad cerebral tan grande que hace que sean capaces de aprender a ritmos que incluso a los adultos, en ocasiones, nos sorprenden.
Qué es poco o mucho en estimulación para bebés
Nada es demasiado ni suficiente. Uno de los temores que solemos tener los padres es si estaremos agobiando a los niños cuando tratamos de enseñarles cosas, si serán demasiado pequeños para asimilar ciertos conceptos o, por el contrario, si estamos haciendo poco para ayudarles a crecer y a desarrollarse. Está claro que no somos educadores y, por tanto, no conocemos ni tenemos por qué conocer el desarrollo cognitivo y evolutivo de los niños. Pero sí es bueno tener en cuenta el mensaje de que todo lo que les podamos proporcionar va a ser bueno y que en esta etapa necesitan una gran estimulación y desarrollo.
Desde de los centros escolares de educación infantil se llevan a cabo programas específicos de estimulación temprana. Estos programas cuentan con actividades pensadas para lograr unos objetivos determinados y fundamentales para el desarrollo integral del niño y están, además, temporalizadas y planificadas con una frecuencia y secuencia lógica.
Para ser buenos padres no es necesario estar preparados ni conocer estos programas de modo específico. Pero sí podemos aportar con nuestras acciones al desarrollo de los niños. Lo fundamental es tratar de llevar a cabo una estimulación sensorial especialmente en los primeros meses de vida de los bebés. Esto significa tener en cuenta todo aquello que pueda ayudar a que sus cinco sentidos estén más potenciados. Para ello podremos llevar a cabo actividades de este tipo:
Estimulación visual para bebés
Muestra a tu bebé revistas, fotos, libros, etc., y también cualquier objeto que tenemos en la vida cotidiana y que nos rodean: su peine, el pañal, el chupete… Enseguida aprenderán a reconocerlos e incluso a nombraros pero con este ejercicio previo lo que facilitamos es el interés hacia aquello que les rodea así como empezar a desarrollar la capacidad de observar, de fijarse y la curiosidad de pensar qué es eso.
Estimulación auditiva para tu bebé
El tipo de lenguaje que debemos utilizar con ellos siempre tiene que ser correcto y lo más normalizado posible, es decir, sin repetir las palabras incorrectas que ellos suelen utilizar, como ‘guauguau…’ en lugar de perro. Son pequeños pero hablándoles de esa forma les limitamos a una forma de aprendizaje. Cuanto más vocabulario tengan, más estimulados se encontrarán en este campo.
Lo más importante desde que nacen es hablarles constantemente y que reciban nuestro estímulo auditivo con diferentes intensidades, tonos e incluso es muy positivo que tengan la oportunidad de entrar en contacto con distintas lenguas para que vayan desarrollando estructuras lingüísticas previas a un desarrollo del habla.
Estimulación táctil para bebés
Para desarrollar el tacto lo más sencillo que podemos llevar a cabo es el contacto constante con ellos. Generalmente, lo hacemos de manera natural, pero también es positivo prestar especial atención a momentos como el del baño, el de darles crema, tratar de hacerles ciertos masajes por todas las partes del cuerpo, especialmente a aquellos que tocamos con menor frecuencia a lo largo del día: los dedos de los pies, la espalda…
Estimulación olfativa para el bebé
Las muestras no tienen por qué ser solamente agradables. Pueden ser olores más fuertes, más duros, más suaves, más dulces, de tal modo que aprendan, sobre todo, a entender las diferencias existentes. Es cierto que los bebés no saben oler por sí mismos, pero simplemente acercarles a la nariz o la boca un objeto con un fuerte olor, les puede ayudar. Cuando sean algo mayores serán capaces de oler solos y asociarlo a un objeto.
Estimulación gustativa para tu bebé
Podemos utilizar limón, azúcar, sal, cacao, diferentes texturas y diferentes sabores. Al principio, conviene que reconozcan el sabor chupando el alimento. Resulta especialmente divertido ver la cara que ponen cuando cambian de un sabor dulce a otro ácido o amargo y la gracia que les hace cuando está salado. Realmente, tanto tú como tu bebé tenéis todo un mundo de experiencias por descubrir juntos.
Desarrollo psicomotor del bebé
Otra de las áreas de gran importancia en estas edades es el desarrollo psicomotor. En este sentido, es fundamental darles a los niños la oportunidad de movimiento. Parece algo obvio pero no siempre los padres cumplimos con ello principalmente por dos motivos, por el hecho de que puedan hacerse daño o por comodidad de tenerlos más controlados en espacios más reducidos y acotados.
Existen numerosas actividades planificadas para el desarrollo psicomotor, pero desde casa hay algo muy sencillo que podemos hacer que es dejarles en el suelo. Si son bebés, boca abajo, para que tengan la necesidad de incorporarse, mantener posiciones de gateo y lograr estos primeros movimientos, y cuando ya son mayores y han aprendido a dar sus primeros pasos hay que hacerles fuertes y evitar que se acomoden. Para ello es mejor usar menos la silla de paseo, evitar llevarles en brazos y facilitarles que caminen por sí mismos y que suban escaleras. Así conseguiremos un mejor desarrollo aunque hay que ser conscientes que esto supone acoplarnos a sus tiempos y dotarnos de una buena dosis de paciencia.
Como conclusión fundamental, desde casa tenemos que darles la oportunidad de hacer las cosas por sí mismos, fortaleciendo su autonomía, pero siempre con nosotros como apoyo y referente. Esto les dará seguridad en su crecimiento.
María Campo. Directora Escuelas NClic
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