Traer una vida al mundo es una experiencia gratificante tanto para las madres como para los padres. Sin embargo hay ocasiones en las esta situación abruma a los progenitores y termina por hacerles sumirse en un estado de tristeza. Habitualmente es la madre quien más queda afectada por la depresión postparto.
Sin embargo, el padre también puede ser víctima de estas situaciones una vez que su hijo ha llegado a este mundo. Así lo indica la Universidad de Northwestern Feinberg de Chicago, que ha detallado cómo los hombres pueden quedar afectados por la depresión postparto una vez que sus parejas han dado a luz.
Mismos síntomas que en la madre
Este grupo de investigadores destaca que habitualmente el trabajo médico se centra en las madres tras el parto, dando de lado el estado del padre. Estos profesionales aseguran que hay muchas ocasiones en las que el hombre tiene los mismos síntomas que una mujer con depresión postparto: tristeza, desesperanza, decepción por no saber tratar a su hijo, miedo constante a hacerle daño al bebé.
Sin embargo en la mayoría de las ocasiones los hombres quedan desatendidos en estas situaciones y tienen que atravesarlas en solitario. Esto también se debe a que los varones, a diferencia de las madres, no empiezan con esta depresión postparto justo después del alumbramiento. El padre empieza con estos síntomas en torno al tercer mes de vida del bebé.
Tras analizar los datos de 10.623 padres jóvenes, los investigadores encontraron que en torno al 10% de estos hombres tenía síntomas que podrían considerarse propios de una depresión postparto. Esta sensación se incrementaba en los casos en los que los progenitores vivían alejados de sus hijos ya que estos sienten que no están realizando el papel que les tocarían y han descuidado a sus vástagos.
Terapias para padres
En este punto los investigadores afirman que los profesionales de la medicina también tienen que recordar que los hombres tienen probabilidades de ser víctimas de la depresión postparto. Una terapia enfocada a los varones puede ser de gran ayuda para el posterior desarrollo de los niños. «Sabemos mucho sobre las madres y la depresión materna y el efecto que tiene sobre los niños, pero ahora estamos empezando a conocer la depresión paterna», explica Craig Garfield, autor principal de este trabajo.
Para estos profesionales lo más importante es conseguir que los padres también sean tenidos en cuenta dentro del proceso del parto y no como un agente exterior. De este modo se advertirán mejor estos problemas y se conseguirá que tanto el hombre como la mujer puedan superarlos, asumiendo su rol de buena manera y haciendo que los niños tengan un buen desarrollo.
Damián Montero
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