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Crisis en la lactancia, cómo superarlas según la AEP

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A los 3 meses, pueden aparecer baches en la lactancia.

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La maternidad es una etapa muy bonita en la vida de la mujer. El vínculo que se va creando con el hijo es una unión que se mantendrá durante toda la vida. Sin embargo, no se pueden obviar los posibles problemas por los que se puede pasar en estos períodos. De hecho, conviene reconocerlos para tratarlos correctamente y no alargarlos innecesariamente en el tiempo.

Es el caso de las crisis en la lactancia. Ocasiones en las que la madre se plantean si tienen suficiente leche para seguir ofreciendo a sus hijos. Muchas madres recurren entonces al biberón, dejando de lado esta alimentación recomendada por sus múltiples beneficios. Saber manejar estos momentos, ayudará a pasar este ligero bache y poder mantener este proceso.

La «crisis de los 3 meses»

Tal y como explica la Asociación Española de Peditría, AEP, durante los primeros días de vida los bebés necesitan tomar el pecho de forma muy habitual. Los niños nacen cumpliendo los tiempos precisan de 8 a 10 tomas, en el caso de prematuros unas 10 o 12. Para que se produzca leche es conveniente que se consiga un vaciado adecuado de las mamas.

Pero con el paso del tiempo, y durante las primeras semanas, las tomas se van organizando en un ritmo más pausado, también es habitual que aparezcan periodos en los que el bebé quiere tomar más veces. De esta manera, la madre produce leche según las necesidades del niño.

Llegadas las 3 semanas, el mes y medio y, especialmente, a los 3 meses, muchos bebés tienen unos días en los que parecen estar algo más inquietos, lloran más de lo habitual, duermen peor. En el terreno de la lactancia, maman más a menudo, se agarran al pecho y de repente se estiran, lo sueltan y lloran. A esta situación se la conoce habitualmente como la «crisis de los 3 meses».

AEP resume este periodo en estos términos:

– El bebé reclama mamar más a menudo, algo que la madre interpreta como que tiene hambre.

– La madre no nota el pecho tan lleno, lo que ella interpreta como que no tiene leche suficiente.



La realidad de las crisis

Muchas madres reaccionan a este bache en la lactancia preparando biberones y dejando de amamantar al niño. Algo que no se recomienda ya que este producto es uno de los que mayores beneficios reportan al niño, quien previene muchas enfermedades gracias a este alimento. Desde la AEP se explica que en estas «crisis de los 3 meses» lo que en realidad está ocurriendo:

– El bebé reclama más a menudo porque está creciendo, lo que provoca que su su apetito aumente.

– La madre no tiene los pechos tan llenos porque en esta etapa su producción de leche se ha ajustado a las necesidades del bebé. Ya no gotea, ni se nota tanto la subida de leche. Además, el lactante vacía el pecho con más eficacia y hace más rápida la toma.

Desde AEP se recomienda intentar adaptarse al bebé. Si pide más pecho porque necesita comer más, la solución es ponerlo más al pecho para que aumente la producción de leche. Si en lugar de pecho se le da un biberón, esto evitará que aumente la producción de leche y empeorará las cosas.

Damián Montero

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