Si bien la maternidad es uno de los procesos más bonitos que existe en la vida de toda mujer, no está exento de dudas. Preguntas que comienzan mucho antes de que los niños lleguen a este mundo y que perduran tras el nacimiento de los hijos. Un ejemplo puede ser la lactancia, proceso de alimentación que aunque pueda parecer sencillo, presenta algunas dificultades para las madres.
Para resolver estas dudas, desde Medela se ofrece una guía práctica de iniciación en la lactancia para aquellas madres que se enfrenten a este nuevo camino. Un compendio de consejos que asegurará que los más pequeños reciban este alimento tan importante en su desarrollo durante los primeros meses de vida.
Lactancia, primeros días
La lactancia materna es un proceso que se inicia por las hormonas del embarazo. Después del nacimiento del bebé, esta producción comienza y el niño empieza a mamar. En estos momentos, el cuerpo de la madre recibe la señal de seguir produciendo este alimento para sustentar el desarrollo del pequeño.
Estos son algunos conceptos que la madre debe saber sobre los inicios de la lactancia materna:
– En las primeras semanas de lactancia, el bebé necesitará alimentarse de 8 a 12 veces cada 24 horas.
– La duración de las sesiones de amamantamiento puede variar. No hay que asustarse ante esta irregularidad.
– No hay que amamantar siguiendo horarios estrictos, sino cuando su bebé parezca tener hambre o demande el pecho.
– Tanto la frecuencia como la duración de las sesiones de amamantamiento continuarán cambiando a medida que crece el bebé.
El proceso de lactancia materna requiere un poco de práctica. En ocasiones, los bebés tardan un tiempo en acostumbrarse al nuevo mundo que los rodea. La primera leche que se produce los primeros días después del nacimiento se denomina calostro. Se trata de una leche espesa, de color amarillento y con gran cantidad de antioxidantes, así como de factores de protección y de crecimiento necesarios para el bebé.
Cómo saber si el bebé está saciado
¿Cómo reconocer las señales de saciedad en los más pequeños? Un método sencillo es observar los pañales del bebé y reconocer las siguientes señales:
– Pañales mojados. Después de la primera semana, el bebé debe mojar al menos 6 pañales cada 24 horas, indicativo que está tomando suficiente líquido.
– Pañales sucios. Las evacuaciones del bebé cambiarán de color y pasarán de muy oscuras y pegajosas (meconio) a amarillas y blandas durante los primeros 4 a 5 días de vida, lo cual indica que su bebé digiere la leche materna. En la quinta jornada, el niño debe realizar al menos 3 grandes deposiciones amarillas, de blandas a líquidas, cada 24 horas. Es normal que algunos bebés evacuen cada vez que los amamantan.
Uso de sacaleches
Otra de las dudas que pueden surgir en la mente de las madres es el uso de sacaleches. Realizar este acto puede ayudar a mantener la producción cuando la madre tenga que alejarse de su bebé. Antes de incorporar el biberón, lo ideal es amamantar durante 3 a 4 semanas.
En el caso de que la madre deba regresar a trabajar o a la escuela, lo recomendable es que comience a extraerse leche al menos de 1 a 2 semanas antes. Esto le permitirá crear una rutina, acumular una reserva de leche materna y acostumbrar al bebé a tomar del biberón.
Damián Montero
Te puede interesar:
– La alimentación materna en la lactancia
– La leche materna en la lactancia