Un parto es un motivo de alegría. Los padres reciben a un nuevo miembro de la familia y traen una vida a este mundo. Sin embargo, no siempre sale todo bien y en ocasiones hay que hacer frente a algunos problemas en el alumbramiento. Alteraciones no previstas que requieren que durante los primeros años de vida del niño, éste requiera una atención especial.
Un ejemplo es la cianosis, una cardiopatía que se caracteriza por hacer que el niño nazca con un tono azulado que provoca un gran susto entre los padres. Entender este problema significa una mejor ayuda por parte de todos en la casa. Prestar atención a las características de este problema del corazón permitirá determinar la gravedad del mismo y el tratamiento que se requiere.
Qué es la cianosis
La cianosis supone un problema cardíaco por el que la sangre que llega a todo el cuerpo no cuenta con los niveles necesarios de oxígeno. Esto hace que el cuerpo adquiera un tono azulado, síntoma más característico de esta afección. En algunas ocasiones puede estar causada por una prenda que corte la circulación en una extremidad, por ejemplo un calcetín con una goma que apriete demasiado.
Otra causa puede ser la aparición de un hematoma o un trauma tras una caída o ligera asfixia. Sin embargo, existe otra causa que requiere una mayor revisión por parte de los padres: una cardiopatía que impide que el aparato circulatorio del niño transmita el oxígeno necesario al resto del cuerpo.
Los padres deberán prestar atención al color de sus hijos. Habitualmente los niños con cianosis suelen presentar uñas, labios e incluso lengua con tonos azules. En primer lugar habrá que revisar si no ha habido problema como por ejemplo un sofoco en el pequeño que le haya impedido respirar de forma correcta. En caso contrario será necesario acudir al especialista para confirmar el diagnóstico de la cianosis y comenzar un tratamiento adecuado.
Entre las causas que explican la cianosis, los especialistas detallan las siguientes:
– La válvula tricúspide (la válvula entre las 2 cámaras del lado derecho del corazón) puede estar ausente o es posible que no se abra lo suficiente.
– La válvula pulmonar (la válvula entre el corazón y los pulmones) puede estar ausente o puede no abrirse lo suficiente.
– La válvula aórtica (la válvula entre el corazón y los vasos sanguíneos que van al resto del cuerpo) no se puede abrir lo suficiente.
– Mayor espesor en la sangre, en especial en los recién nacidos, lo que supone una circulación a menor velocidad y una oxigenación por debajo de lo recomendable.
Tratamiento de la cianosis
El primer paso para solucionar la cianosis es encontrar la causa de la misma, ya sea por ropa que apriete demasiado o porque realmente exista una cardiopatía congénita, o simplemente el niño tenga frío. En caso de que los problemas se hayan visto en situaciones en las que en principio no existían factores externos que expliquen este problema.
El primer paso será hacer varios exámenes para el niño que se sospeche que padece cianosis:
– Radiografía de tórax
– Análisis del nivel de oxígeno en la sangre mediante una gasometría arterial o revisando a través de la piel con un oxímetro de pulso
– Hemograma completo
– Ecocardiografía
– Examen de la estructura del corazón y de los vasos sanguíneos usando ecocardiografía o una resonancia magnética del corazón
– Pasar una sonda flexible y delgada (catéter) hasta el lado derecho o izquierdo del corazón, por lo regular desde la ingle (cateterismo cardíaco)
– Monitor de oxígeno transcutáneo (oxímetro de pulso)
– Ecografía Dóppler
– Examen del sistema eléctrico del corazón
En el caso de encontrar una cardiopatía como causa de la cianosis, la cirugía es una de las soluciones a este problema. En estos casos, más adelante también se recomienda enseñar a los niños ejercicios de respiración para asegurar unos correctos niveles de oxígeno en sangre. También para estos menores se recomienda la práctica de ejercicio para fortalecer su corazón y asegurar una correcta circulación.
Los cardiólogos también pueden recomendar el uso de medicamentos que relajen las arterias para asegurar el paso de la sangre por los vasos sanguíneos y de esta forma proveer de oxígeno las distintas partes del cuerpo. Por lo general el pronóstico suele ser bueno, aunque requerirá una atención especial del niño asegurando una buena dieta y actividad física para evitar problemas derivados de una vida sedentaria o de un menú rico en grasas.
Damián Montero
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