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Bebé de alta demanda, qué es y cuáles son sus características

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Qué es un bebé de alta demanda y cómo ayudarlo.

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Convertirse en padre es uno de los eventos más emocionantes en la vida. Recibir a una nueva persona en la familia, ver cómo va desarrollándose al tiempo que se crea un vínculo de unión y apareciendo numerosos recuerdos, así es la paternidad. Un proceso en el que se conoce a otro miembro del hogar.

Una misión que parece sencilla, pero que entraña toda una aventura para los padres. No hay dos personas iguales y todos tienen sus propias características, reconocerlas en los más pequeños se vuelve una misión todavía más difícil al no poder hablar con ellos. A los progenitores les toca fijarse en pequeños detalles para detectar las necesidades y detalles de la personalidad como ocurre con los bebés de alta demanda.

Qué caracteriza a los bebés de alta demanda

El término bebé de alta demanda fue creado por el doctor William Sears para referirse a una serie de características que tienen determinados niños. El primer paso es saber reconocer estas señales antes de proceder a trabajar con estos pequeños:

Intensidad. Todo bebé llora, ríe, reclama atención de sus padres y muestra sus emociones con las herramientas comunicativas que posee. En el caso de estos niños su llanto es muy alto y en caso de no recibir la atención que precisan, aumentan la intensidad de sus gritos.

Hiperactivo. Característica relacionada con la intensidad. Rara vez un bebé de alta demanda se relaja tanto a nivel mental como físico. Sus músculos no paran y estos niños incluso pueden transmitir nerviosismo con tanto movimiento. Un ejemplo es el pequeño que cuando es arropado con una mantita se revuelve.

Absorbente. El niño requiere mucha atención de sus padres quienes dan todas sus energías para poder satisfacer las necesidades de sus bebés.

Búsqueda frecuente del pecho. Dar el pecho no solo alimenta, también es un mecanismo para relajar a los más pequeños. Es por ello que los bebés de alta demanda buscan a sus madres para poder calmar su nerviosismo, más allá de las tomas habituales para poder recibir los nutrientes necesarios.

Constante atención. En el caso de los bebés de alta demanda, tras satisfacer una necesidad pronto muestran otra. Los padres sienten que nunca prestan suficiente atención a sus pequeños.

Despertares frecuentes. El temperamento de los bebés de alta demanda y su hiperactividad hacen que durante la noche despierten más a menudo para solicitar nuevas atenciones a sus padres.

Insatisfechos e impredecibles. Como ya se ha dicho, el bebé de alta demanda requiere de constante atención por lo que nunca se reconocerá una satisfacción en él. Otra característica es que nunca se podrá predecir qué precisan tras recordar lo que anteriormente se había hecho.

Miedo a la separación. En el momento en el que ven a sus padres alejarse, fuente de satisfacción de sus necesidades, en ellos aparece una sensación de miedo.

Cómo responder al bebé de alta demanda

¿Cómo proceder ante las necesidades de un bebé de alta demanda? ¿Cómo cambiar la situación y evitar que este comportamiento se mantenga en las edades futuras?

– No es culpa de los padres. Los padres no han de sentir culpa por no poder atender todas las necesidades del bebé de alta demanda. Han de tener en cuenta que es un comportamiento a cambiar en sus hijos y que este debe ser su objetivo, no la de tratar de responder a todos los requerimientos.

– Consultar con los pediatras. ¿Hay algún problema de salud? ¿Detrás de todas estas necesidades se esconde algo más o sólo un comportamiento? El pediatra es quien hará salir de dudas a los padres.

– Permitir frustración. Si las necesidades básicas se han satisfecho, no hay que atender de forma inmediata los requerimientos de los pequeños. De esta forma los niños irán conociendo la frustración al no ser atendidos y aprenderán a manejarse con estas sensaciones.

– Paciencia. Cambiar la actitud de los bebés de alta demanda no es cosa de un día y manejar esta situación requerirá de grandes dosis de paciencia.

Damián Montero

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