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Así se prepara un buen biberón para tu bebé

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Tras la lactancia materna comienza una etapa de transición conocida también como «el destete» donde tienes que armarte de paciencia e ir acostumbrándolo poquito a poco.»Es necesario que vayas alternando tomas de pecho y biberón de 15 a 20 días antes de que vayas a iniciar cualquier actividad laboral», afirma la Doctora Ana Martín, pediatra del Centro médico Millenium de Sanitas de Madrid.

Pero ¿qué hago si me he incorporado al trabajo, pero sigo teniendo leche? No hay problema porque ésta, a medida que las tomas de leche a tu bebé vayan disminuyendo, irá desapareciendo paulatinamente sin molestias, según indica la Doctora Martín.

El ritmo de crecimiento de tu bebé

Recuerda siempre que cada bebé es diferente y tiene su propio ritmo de crecimiento y maduración. Lo importante es que sepas que no todos los bebés reaccionan igual, ni efectúan los mismos movimientos, ni se adaptan de la misma manera. No compares unos bebés con otros.

Hay algunos que en un día se consiguen adecuar al biberón perfectamente y otros que hasta la semana no lo logran. Existe, por otro lado, una minoría de bebés que pasan directamente del pecho a la cuchara, sin tener que utilizar el biberón. Aunque se trata de casos aislados.

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Paciencia para hacer el cambio del pecho al biberón

Es importante que inicies esta etapa con mucha paciencia y firmeza, intenta habituar a tu pequeño con una toma de biberón al día, realizada siempre a la misma hora. Después, ve introduciéndole progresivamente más tomas hasta crear en él una rutina que le generará un hábito posteriormente.

Si tu bebé tiene más de tres meses, puedes escoger un momento en el que esté lleno, contento y despierto y déjalo jugar con el biberón, para que se vaya familiarizando con él.Representa una experiencia por la que pasan la mayoría de las mamás, aunque a algunas este paso les resulta más complicado que a otras.

Beneficios de la leche materna

Los especialistas aconsejan que la lactancia materna se lleve a cabo hasta los seis meses, siempre que la madre no tenga ningún problema para hacerlo, ya sea por trabajo, alguna dolencia…etc. Lo consideran como la forma más completa de alimentar al niño. Además, para la mayoría de los bebés es más fácil digerir la leche materna que la artificial. Resulta beneficiosa para ambos, tanto la madre como el bebé quedan protegidos de padecer ciertas enfermedades.

«Si tu bebé se alimenta solo de leche materna, no es necesario un complemento con agua debido a que la composición de la leche materna contiene un alto porcentaje de la misma», afirma la Doctora Mª José García Rubio, del Instituto de Ginecología EGR de Madrid. Aunque en épocas excesivamente calurosas y a partir del cuarto mes, se le puede ofrecer también un suplemento de agua o zumos.

Pasos para preparar un buen biberón

Te ofrecemos a continuación los pasos para que elabores un buen biberón:

1. Primero pon agua (hervida o mineral) calentita hasta el nivel deseado.

2. Abre el envase de leche en polvo y llena a ras la medida dosificadora. Use la que viene adjunta al recipiente y nunca intercambies con las de envases de otro tipo de leches o de preparados de distintas marcas.

3. Rasa la medida dosificadora, sin comprimir el polvo, con el revés de un cuchillo seco y limpio.

4. Vierte el polvo en el biberón según las proporciones recomendada por tu médico pediatra.

5. Tapa el biberón con el disco protector, enrosca el anillo y para deshacer los grumos, tienes que agitar enérgicamente el biberón todo el tiempo que haga falta.

6. Comprueba que la leche está a su temperatura ideal, vertiendo unas gotitas en la muñeca de tu mano. Si a ti te quema, a tu bebé también.

7. Mientras le das el biberón, comprueba que no queda ningún espacio de aire entre la tetina y la leche, con el fin de que el bebé «trague» leche y no aire que le provocará más gases. Es decir, trata que la boca del pequeño esté totalmente pegada a la tetina.

Entre la lactancia materna y el biberón

Consulta con tu farmacéutico los tipos de biberón que hay en el mercado, más grandes o más pequeños, así como las tetinas y sus diferentes aberturas. Hay biberones y tetinas adaptados a los recién nacidos y otros para los 3 o 6 meses.

Prolongar la lactancia no tiene inconvenientes, siempre y cuando por darle el pecho no se dejen a un lado otros alimentos, y se postergue de ese modo la incorporación de un programa de alimentación completo y variado.

Si, por tus circunstancias profesionales o personales, tan sólo tienes que ausentarte fuera de casa una toma, puedes intentar sacarte leche y dejarlo en la nevera. De esta forma quien cuide del bebé, le puede dar el biberón de leche materna. Inténtalo, a muchas madres les ha funcionado.

Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: doctora Ana Martín, pediatra del Centro médico Millenium de Sanitas de Madrid.

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