¿Hasta qué punto han alterado las nuevas tecnologías nuestras rutinas habituales? Mucho se habla se cómo estos avances nos han proporcionado un acceso, sin precedentes, a información, al tiempo que nos mantienen conectados con nuestros seres queridos. Por otro lado, también han dado lugar a problemas como los que surgen de la dependencia de estos dispositivos y al uso excesivo de las pantallas por parte de los más jóvenes.
Pero, ¿hasta qué punto han influido en rutinas habituales? ¿Sabías que las nuevas tecnologías, incluso, tienen su peso en la lactancia? Tal y como indica Macarena Díaz, matrona en Clínica Los Leones, aunque en la actualidad la pandemia haya potenciado el uso de estos dispositivos, el aumento de la socialización digital, el uso de móviles mientras se da el pecho es perjudicial para el proceso, dada la relevancia de la conexión visual en la generación del vínculo madre e hijo
Nuevas tecnologías en la lactancia
La lactancia tiene un papel muy importante el desarrollo de los niños y así lo recalcan diversos estudios. Desde protección gracias a la inmunoglobulinas hasta la prevención de enfermedades e infecciones del oído, asma, y otros problemas de salud. Sin embargo, el uso de dispositivos digitales mientras se da el pecho puede alterar este proceso tan necesario para los bebés, si no se aplica un control adecuado.
Según Díaz, «el momento de amamantar a un lactante debe ser íntimo, dado que es una instancia que favorece y fortalece el apego de los niños respecto a sus madres» y añade que los recién nacidos pueden ver a una distancia máxima de 20 centímetros, la misma que existe entre el pezón y la cara de su madre. Un motivo por el que es importante que el recién nacido veta este rostro para proporcionarle seguridad y proximidad.
Por el contrario, el uso de pantallas mientras se da el pecho no favorece el contacto visual y físico, esenciales para la generación y desarrollo de un apego seguro. «Está comprobado que los niños que realizan apego piel con piel con sus madres, de forma ininterrumpida las dos primeras horas luego de naver, para así lograr más fácilmente el primer acople al pecho dentro de ese tiempo», señala Díaz, quien añade que esto está «directamente relacionado con una mayor tasa de lactancia exitosa a futuro».
Beneficios que se pierden
Por otra parte, la especialista de Clínica Los Leones señala que, al amamantar, la madre libera oxitocina, «necesaria para el reflejo de eyección de la leche, que también es conocida como la «hormona del amor«, dado que, durante el proceso de lactancia, relaja a la madre y al niño, que siente placer con la succión, junto con saciar su hambre».
En línea con el actual contexto sanitario y la alta circulación de partículas en las superficies, Diaz aconsejó dejar de lado los teléfonos móviles al amamantar, «porque al tocarlos, las mamás se contaminan las manos y el celular está lleno de microorganismos patógenos, tales como los que es posible hallar en los pasamanos del metro», y que «fácilmente la madre puede transmitir de su mano al recién nacido, sobre todo cuando se está alimentando».
La matrona también destacó la importancia del amamantamiento a en momentos tan complejos como la pandemia a causa de la Covid-19, dado que esta «reduce el riesgo de muerte en los recién nacidos y los bebés pequeños», pues según la OMS «no se ha detectado virus activo de COVID-19 en la leche materna, con sospecha o confirmación de COVID-1», e incluso algunos datos sugieren que podría existir traspaso de anticuerpos contra el coronavirus por medio de la leche de una la madre ha tenido previamente la enfermedad.
Finalmente, Díaz añade que, durante la lactancia, la madre debe aplicar medidas sanitarias preventivas tales como el uso de mascarilla, lavado de manos constante, antes y después de tocar al bebé, desinfección de superficies y lavado del pecho materno con agua y jabón por 20 segundos, en el caso que la madre haya tosido o estornudado sobre de su pecho.
Damián Montero
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