La llegada de un niño es sinónimo de muchas preguntas. No solo las que se refieren al cuidado del bebé, sino también otras como «¿qué nombre debo ponerle al recién llegado? Y es que esta es una decisión muy importante ya que es un aspecto que va a acompañar a los pequeños durante toda su vida y que será un elemento que forme parte de su interacción social.
Recomendaciones de la familia, gustos propios, etc. Existen muchos aspectos que influyen en la elección del nombre de los hijos. Tomarse su tiempo en este sentido es importante, y hay que tener en cuenta varios factores. Por ello, si todavía no os habéis decidido en casa, a continuación, os presentamos varios consejos con los que seguro no fallaréis.
¿Cómo elegir el nombre perfecto para tus hijos?
¿Has tenido un hijo recientemente? ¿Habéis recibido la noticia de una paternidad? En cualquiera de los casos, si todavía no os decidís por el nombre de tus hijos, estos consejos os ayudarán a salir de dudas:
– Hacer una lista. Seguro que no es la primera vez que pensáis en qué nombre poner a vuestro hijo. Buscar en la memoria y pensar en estas opciones para plasmarlas en una lista es un buen primer paso para terminar haciendo la mejor elección.
– ¿Es moda? En muchas ocasiones, los padres tienen en cuenta nombres que se han puesto de moda, ¿en realidad les gusta? Nada mejor que pararse un poco a pensar si esta opción es algo pasajero, o una elección que el día de mañana se mantendrá con igual seguridad.
– No dejarse llevar por presiones. Los padres no son los únicos que piensan en el nombre de los niños. Abuelos, amigos, y otros familiares también tienen su punto de vista. Pero una cosa es tener en cuenta su opinión, y otra sentirse presionado por ella. Los padres son quienes tienen, en última instancia, la palabra final.
– ¿Y los apellidos? El nombre está acompañado por los apellidos, por lo que al elegirlo hay que tener en cuenta su concordancia con los mismos. ¿Se tratará de una cacofonía? ¿Complementarán bien? Es un detalle, de tantos, en los que hay que fijarse.
– Investigar el origen. No hay nombre que no tenga significado. Puede suceder que los padres se decanten por una decisión, sin tener en cuenta la etimología de la misma. Investigar un poco ayudará a saber, un poco más, de esta elección.
– Toma referencias. En algunas ocasiones los padres desconocen todas las opciones a su alcance. Libros, internet, etc. En todos estos lugares encontraréis inspiración que os ayuden a tomar la decisión final, o a iniciar la lista de la que se ha hablado.
– Dejar, a un lado, los compromisos. ¿Los hijos deben llamarse como los padres, como los abuelos? No, estos compromisos no deben seguirse. Puede que el nombre de algún familiar guste, pero nunca debe optarse por este si es solo por compromiso.
– Pronunciarlo en voz alta. Hasta que los padres no pronuncian en voz alta el nombre que han pensado, junto con los apellidos, de sus hijos, este no será real. Poner en práctica este detalle para comprobarlo.
– Tomarse todo el tiempo del mundo. El nombre de tus hijos es un asunto muy importante para tomarlo a la ligera. Tenéis todo el tiempo del mundo para elegirlo, por lo que no hay que dejarse llevar por las prisas.
– Ponerse de acuerdo. Los padres deben hablar, plantear sus gustos y debatir sobre cuál de todas estas opciones es la mejor para ponerle el nombre definitivo al hijo que ha llegado, o está por llegar.
Damián Montero
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