Comienza la Semana Santa, un periodo vacacional que puede aprovecharse para muchas cosas. Desde el descanso hasta actividades culturales como visitar los pasos y sumergirse en esta tradición que tanto lleva celebrándose. Estos días también pueden convertirse en un momento muy propicio para reducir la dependencia de los smartphones que todos puedan presentar.
En Semana Santa las familias pueden aprovechar para consumir menos pantallas y más tiempo juntos. Hay mucho más que puede hacer disfrutar a los jóvenes y a los mayores y que no está presente en sus smartphones, estos días sirven para descubrir todas estas actividades. Tan solo hay que realizar un compromiso común con el objetivo de comenzar a usar de manera más responsable estas tecnologías.
Compromiso y reglas
Tal y como indican desde la Consejería de Salud de la Comunidad Valenciana el primer paso para reducir la dependencia de los móviles es establecer una serie de normas claras. Los padres pueden aprovechar el inicio de la Semana Santa para proponer este reto: consumir menos smartphones y más tiempo en familia, un objetivo para el que se establecerán normas.
Por ejemplo, si la familia sale a ver los pasos en procesión, hay que evitar sacar el smartphone salvo que se quiera realizar una fotografía de lo que se está viendo. Otra regla puede ser durante las comidas familiares, típicas de estas fechas, en donde las pantallas deben quedarse fuera de la mesa. En su lugar, hay que animar a los hijos a disfrutar de juegos con sus parientes de igual edad o de charlas con adultos y otros adolescentes en el evento.
Atendiendo al uso social de los smartphones y redes sociales, los padres deben promover que sus hijos, en especial los adolescentes, abandonen los encuentros virtuales y los realicen en persona. Están de vacaciones, pueden aprovechar para actividades que durante el resto del curso no pueden realizar y que sin duda van a divertirlos.
No solo ha de haber normas, los padres deben hacer que sus hijos se comprometan a seguirlas. Conseguir que niños y adolescentes reduzcan su consumo de pantalla, ya no solo en el caso de smartphones o tablets, también de ordenadores o videoconsolas. No se trata de no utilizar estas tecnologías, sino de aprender a usarlas de un modo más correcto y eficiente.
Predicar con el ejemplo
¿De qué sirve proponer reducir el consumo de pantallas en Semana Santa si los padres no asumen tampoco este compromiso? Las nuevas tecnologías han llegado para todos, incluidos los mayores de la casa. Los adultos también deben aprender a usar estos dispositivos y a no dejarse llevar por una mala utilización de estas pantallas.
Estas son algunas propuestas recogidas por niños en el estudio Not at the Dinner Table: Parents’ and Children’s Perspectives on Family Technology Rules para que sus padres hagan menos caso a sus pantallas y más a ellos mismos:
– Que sus padres no usen nuevas tecnologías en ciertos contextos como el juego o cuando intentan contar algo importante.
– No compartir información como fotografías de sus hijos en redes sociales.
– Que los padres asuman las mismas normas que quieren imponer a sus hijos.
Damián Montero
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