Prevenir el consumo de alcohol por parte de los adolescentes supone un objetivo común de toda la sociedad en la actualidad. Para ello no sólo hay que fomentar campañas en las que se indique el peligro del consumo de estas bebidas, sino también han de proponerse alternativas a estas prácticas tan peligrosas. Una oferta de ocio que ocupe el tiempo de los jóvenes.
La puesta en marcha de estas alternativas supone una inversión por parte de los poderes públicos, un dispendio que desde la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, FAD, proponen sufragar con el dinero recaudado por las sanciones impuestas a los establecimientos que vendan alcohol a menores.
Oferta más sana de ocio
Durante las jornadas Movilización Alcohol y Menores, organizadas por FAD, se propone una reconversión de la oferta de ocio. Un ejemplo es hacer que los botellódromos, espacios ofrecidos para el consumo de alcohol por los jóvenes que están controlados por las autoridades, se transformen en lugares donde los adolescentes puedan desarrollar actividades más sanas.
Actividades que pueden ser sufragadas con las sanciones de locales que sean sorprendidos vendiendo alcohol a menores. En este sentido también se pide a los poderes públicos que incrementen estas multas. También se pide una ley que regule la venta y consumo de estas bebidas de carácter estatal, consensuada en lo posible por las administraciones y la sociedad civil, que resulte en una misma normativa para todos, con protocolos de actuación homologados.
En este sentido, se pide realizar un análisis más completo de las necesidades de la socialización adolescente, así como de la búsqueda de identidad, necesidad de pertenencia a grupo y de integración social. Permitir que los jóvenes puedan descubrir quiénes son a través de espacios donde se ofrezcan alternativas más sanas al consumo de alcohol y en donde puedan encontrar amigos con gustos comunes.
Otras medidas propuestas
En las jornadas Movilización Alcohol y Menores también se propusieron otras medidas con el fin de regular el consumo de estas bebidas en adolescentes y prevenir estas actividades de alto riesgo:
– Evitar el patrocinio de bebidas alcohólicas en eventos o actividades dirigidas a menores.
– Incrementar la disponibilidad o el acceso de los menores a ofertas alternativas de ocio. Algunas propuestas son un carné del menor con amplios descuentos o gratuidad de ciertas propuestas o favoreciendo su participación activa y directa en el diseño de las propuestas.
– Desarrollo de políticas de apoyo al tejido asociativo juvenil:
– Desarrollo de intervenciones de sensibilización y campañas publicitarias en espacios de ocio juvenil: conciertos, deportivos, fiestas locales, cines, etc.
Damián Montero
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