Tener amigos es muy importante para el ser humano, quien tiene un componente social muy importante. Pero es imposible caerle bien a todo el mundo y en ocasiones las personas se encuentran con el rechazo de otros individuos. Algo que se puede hacer especialmente duro en la adolescencia, etapa de cambios e incertidumbres donde no recibir la aceptación de otros puede afectar más de lo que debería.
«¿Qué tengo de malo? ¿Por qué mi compañero no quiere salir conmigo? ¿Haré algo que cause que me eviten» Es inevitable que estas preguntas pasen por la cabeza del adolescente cuando sufre un rechazo. La misión de los padres es ayudarles a que acepten estas situaciones y evitar que este sentimiento los supere y abrume hasta el punto de tener una imagen de ellos mismos.
El rechazo duele por pequeño
Hay ocasiones en las que los padres no dan importancia a los sentimientos de los hijos por considera que el rechazo no es grande y que hay cosas importantes. Pero no sentirse aceptado es algo que afecta a los adolescentes por muy bajo que sea el grado en el que se produzca, tal y como se explica desde Kids Health.
Hay muchas situaciones en las que un adolescente puede sentirse rechazado, desde no pasar las pruebas para entrar en un equipo deportivo, que una chica o chico diga que no al ofrecimiento de una cita. Pero también es que experimente esta sensación en situaciones cotidianas, por ejemplo al contar un chiste que no ha hecho gracia, o ver que una comida ha comenzado sin el joven.
El rechazo duele. Pero no hay que trabajar para evitarlo en un futuro ya que esto supondría evitar el desarrollo pleno de la personalidad del adolescente. Esto impide que el joven pueda potenciar sus habilidades sociales en un grupo o que incluso se aísle de su grupo de amigos por temor a que algo salga mal y se le desplace.
Adolescentes: afrontar el rechazo
Los padres deben enseñar a sus hijos a afrontar el rechazo. Estas son algunas técnicas para que los adolescentes no se dejen superar por este sentimiento:
– Aceptar los sentimientos. El rechazo duele, pero también otras cosas. Al igual que otros sentimientos negativos, los padres deben hacer que sus hijos acepten esta tristeza ya que este es el primer paso para solucionar la situación.
– Darle la importancia que se merece. Hay que aceptar los sentimientos, pero también dar la importancia que se merece la situación. Si alguien ha rechazado la compañía del adolescente es porque seguramente tengan valores muy distintos. Se ha de hacer entender a los jóvenes que habrá otras personas que los aceptarán tal y como son.
– Explicar la situación. Los padres deben hablar con sus hijos sobre sus sentimientos y qué les preocupa. Si los jóvenes se quedan con algo dentro es muy posible que los termine afectando más de la cuenta.
– No obsesionarse. Los padres deben escuchar a sus hijos, pero no permitir que hablen de ello a todas horas. Si este es el único tema de conversación, hay que tratar de distraerlos con alguna actividad o preguntando por algo que los haga ganar autoestima como unas buenas notas o algún logro reciente que hayan conseguido.
Damián Montero
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