La adolescencia es una etapa de cambios, y entre estos pueden surgir los problemas para conciliar el sueño. El descanso es fundamental en cualquier persona, pero a estas edades es fundamental dada la evolución del cuerpo humano. Pero dado a los horarios sobrecargados, o por dedicar demasiado tiempo a otras actividades, la mayoría de los jóvenes no duermen lo suficiente, incluso cuando se acuestan temprano.
Tal y como indican desde la Fundación Nemours, con el paso del tiempo, las noches que pasan sin dormir lo suficiente (por trastornos de sueño o por no dedicar el tiempo suficiente a dormir) puede ocasionar un déficit de sueño. Esto, a su vez, puede hacer que presenten problemas para concentrarse, estudiar, o realizar cualquier trabajo de forma eficaz. Pero, en casos más extremos, pueden desarrollar incluso depresión.
El ciclo del sueño
Al dormir el cerebro atraviesa cinco fases de sueño:
– Las fases 1 y 2 son etapas de sueño ligero en el que la persona puede despertarse con facilitad, los movimientos oculares se hacen más lentos y, al final, se detienen y los ritmos cardíacos y respiratorios se ralentizan y la temperatura desciende.
– Las fases 3 y 4 etapas son de sueño profundo y es más difícil que la persona se despierte durante esas y, cuando se despierta, el individuo se siente desorientado y aturdido durante varios minutos. Son las que más descanso ofrecen y durante las que el cuerpo libera hormonas que contribuyen al crecimiento y desarrollo.
– La última fase se conoce como el sueño REM (Rapid Eye Movement), en ella se dan movimientos oculares rápidos. Se acelera la respiración y el ritmo cardíaco, pero los músculos y extremidades no se mueven. Aquí es donde aparecen los sueños más reales.
Ayudar en el sueño al adolescente
Para ayudar a que el adolescente duerma lo suficiente, una buena idea es visitar al médico. El cansancio excesivo se puede deber a distintos problemas de salud, no solo a dificultades relacionadas con el sueño. Si existe la sospecha de que los hijo podría tener trastornos relacionado con el descanso , los especialistas evaluarán su estado de salud general y sus hábitos de descanso.
Además de hacerle un examen físico, el médico evaluará sus antecedentes médicos preguntándole sobre sus síntomas, su salud en el pasado, la salud de su familia y cualquier medicamento que esté tomando. El profesional también puede solicitar análisis para determinar si alguna afección (como la apnea obstructiva del sueño) podría estar interfiriendo en el sueño de su hijo.
Cada problema del sueño se trata de una manera diferente. Algunos trastornos se pueden tratar con medicamentos, mientras que otros se tratan con técnicas especiales, como la luminoterapia (donde el paciente se sienta frente a una caja de luz durante determinado período de tiempo todos los días), o con otras prácticas que pueden ayudar a corregir el reloj interno de la persona. Los médicos también animan a los adolescentes que padecen problemas relacionados con el sueño a hacer cambios en su estilo de vida (como apagar el móvil, el smartphone o la computadora antes de acostarse, reducir el consumo de cafeína o evitar los videojuegos o las películas violentas por la noche), para favorecer unos buenos hábitos de sueño.
Damián Montero
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