Actualizado 14/08/2024 10:46

Primeras salidas de los hijos: toca "soltar amarras"

Archivo - A los padres nos toca “soltar amarras” y dejar que empiecen a salir con amigos por las noches
Archivo - A los padres nos toca “soltar amarras” y dejar que empiecen a salir con amigos por las noches - VASYL DOLMATOV - Archivo

La vida de los niños se mide muchas veces de curso en curso, no sólo por lo que aprenden en el colegio, sino también por los cambios que se producen en verano. Uno de los pasos que se suelen dar es que a los padres nos toca "soltar amarras" y dejar que empiecen a salir con amigos por las noches. Estas ideas nos pueden ayudar.

1.La comunicación es fundamental. Antes de que los hijos salgan por primera vez, es crucial haber construido una relación de confianza y comunicación abierta. Siempre se van a reservar algo para su intimidad y es normal que lo hagan, pero es importante que sepan que nosotros somos el lugar seguro al que volver. En especial cuando hay problemas. La comunicación implica escuchar, no juzgar permanentemente y confiar en su criterio.

2. Límites establecidos en frío. Lejos de lo que solemos pensar, los niños y adolescentes necesitan sentir que tienen límites marcados. Así saben a qué atenerse y sienten que les importamos. Esto choca con la eterna disputa generacional por tener más hora de llegada y aumentar los rangos de libertad. Los límites no los debemos establecer después de lo que consideramos una transgresión sino antes. Ellos tienen que conocerlos bien y atenerse a las consecuencias si no los respetan.

3. Explicar los riesgos. Sin obsesionarlos ni hacer que tengan miedo a todo, tampoco debemos caer en el buenísimo de pensar que ahí fuera no hay riesgo alguno. Aunque suene manido, conviene repetir los consejos clásicos como no aceptar bebidas de desconocidos, permanecer en grupo y tener un plan en caso de que algo no salga como se esperaba. Debemos mostrar confianza en nuestros hijos y explicarles que nos preocupa lo que hacen los demás, que escapa a nuestro control. Así se sentirán más responsables y valorados

4. Conocer a los amigos y sus familias. Invita a comer a los amigos y, si es posible, coincide con los padres en algún lugar. Eso te ayuda a establecer un entorno seguro de confianza. Todos estaréis más tranquilos.

5. Consecuencias si se traspasa el límite. Mejor que castigos acalorados, conviene establecer cuáles son las consecuencias si se transgreden los límites que hemos establecido. Así, no seremos nosotros los que estaremos imponiendo una sanción sino que serán ellos los que asumen las consecuencias de sus propios actos.

6. Dejar que nos cuenten sus historias. Sin juicio, con escucha activa, nos ayudará a comprender mejor a nuestros hijos y a relativizar los riesgos a los que se enfrentan. Descubriremos unos adolescentes y jóvenes más maduros de lo que esperábamos.