Crecer significa aprender y nada mejor que un padre y una madre para resolver dudas. Inevitablemente con el paso de los años los niños sienten dudas sobre un tema muy complicado de tratar con un hijo: el sexo. Sin embargo, hablar de este asunto es muy importante para prevenir problemas por falta de información.
Pero, ¿cuándo es el mejor momento para hablar de este tema con los hijos? ¿Qué temas deben abordarse en esta famosa «charla» con los adolescentes? ¿Cuál es la mejor forma de abordarlos? No son pocas las dudas que pueden surgir en la mente de un padre a la hora de tratar este asunto tan delicado.
Afianzar el vínculo entre padres e hijos
La charla sobre sexo con un hijo adolescente es algo que debe prepararse desde años antes. No tanto en su contenido, pero si en cuanto a confianza. Los padres deben apostar por un clima de diálogo desde las edades más tempranas y siempre hacer ver a los más pequeños de la casa que tienen un apoyo para acudir a resolver dudas. De esta forma, hablar de cualquier tema no será complicado en un futuro.
Una vez conseguido este primer paso, ganarse la confianza de un adolescente, será menos difícil para este tratar temas que puedan resultar difícil de compartir con sus padres, como es en este caso el sexo. Lo siguiente que hay que vencer es la vergüenza a la hora de hablar de este asunto con un hijo ya que lo que prima es evitar los riesgos a los que se enfrenta un menor.
Todo padre debe saber que es mejor hablar de sexo con su hijo adolescente a evitar la «charla» ya que en caso contrario, existe multitud de vías erróneas por las que un menor puede tomar contacto con este asunto: libros, películas series; todos ellos pueden provocar una gran confusión en los más pequeños. El papel de los adultos es prevenir que esto ocurra aportando una visión más responsable en el tema.
Evita las confusiones: cómo hablar de sexo en casa
El mejor momento para iniciar la famosa «charla» puede ser en torno a los 13- 14 años. Edades en las que el adolescente puede experimentar su primer amor y caer en situaciones peligrosas relacionadas con la sexualidad. Los padres deberán buscar ocasiones como un trayecto en coche, una tarde en casa o alguna otra situación en la que el clima sea tranquilo y puedan estar a solas con sus hijos.
Lo primero que se debe hacer es dar la oportunidad al adolescente de que se exprese, de que transmita sus dudas y aquello que más le preocupa dentro del sexo. Los padres deberán contestar a estas preguntas sin caer en el enfado, hay que entender que en estas edades la confusión es algo habitual y que a los adultos les toca ser el timón que haga que sus hijos lleguen a buen puerto.
También hay que recordar, que si bien los hijos todavía no son adultos, ya no son niños pequeños. Habrá que utilizar una terminología adecuada, especialmente a la hora de hablar de los posibles riesgos del sexo a sus edades. Se debe hacer entender que sus cuerpos aún no han madurado lo suficiente como para afrontar algo tan importante como una relación física.
No hay que centrarse en el hijo adolescente, las afirmaciones deben ser generales. Es decir, no hay que provocar un sentimiento de individualidad en este caso, en todas las situaciones será igual. Por último, hay que hacer entender que no por el hecho de prescindir de las relaciones sexuales, una pareja se quiere menos. El amor es mucho más que eso y esperar hasta el momento en el que se esté preparado es algo que unirá todavía más el vínculo.
Damián Montero
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