Las nuevas tecnologías han traído muchos cambios a nuestra vida: conexión 24 horas entre las personas, posibilidad de informarse en cualquier momento, compartir momentos a través de fotografías y vídeos. Sin embargo, no estos artículos no son perfectos y también tienen muchos peligros para sus usuarios.
Ciberbullying, grooming e incluso riesgo de adicción a los juegos de azar. Así lo advierte la Asociación Gallega de Ludópatas Rehabilitados, AGALURE. Esta entidad afirma que la proliferación de los smartphones también ha traído consigo la expansión de distintas aplicaciones que incrementan el riesgo de que un adolescente se convierta en ludópata.
Aplicaciones peligrosas de juego en los smartphones
Los smartphones ofrecen multitud de aplicaciones que ofrecen a los menores de edad la posibilidad de apostar en juegos de azar. Mientras que en el pasado para realizar este tipo de actividades era necesario acreditar la mayoría de edad, en la actualidad las nuevas tecnologías permiten mentir sobre los años que tiene una persona y participar en estos juegos.
De esta forma los adolescentes pueden participar en juegos de azar a través de las aplicaciones de sus smartphones engañando sobre su edad al registrarse en estos portales. Y lo que es más importante, sin que sus padres lo sepan ya que estos dispositivos aseguran la privacidad de su usuario que tiene más fácil ocultar su rastro a los adultos en el caso de estos jóvenes.
Del ocio a la adicción: la ludopatía en adolescentes
AGALURE expresa que la presencia de estas aplicaciones en los smartphones es muy peligrosa ya que se sigue un proceso similar al del inicio de cualquier ludópata. El adolescente se registra y prueba suerte, es posible que tenga suerte y gane algo, lo cual le parece divertido y continúa dentro de este mundo esperando recibir más premios. Sin darse cuenta de que poco a poco estas prácticas se convierten en una pura adicción.
Esta asociación menciona que en uno de sus estudios realizados entre los adolescentes de distintos institutos, al menos el 37% de estos alumnos afirmaban haber probado estas aplicaciones de apuestas en más de una ocasión. Es decir, estaban en riesgo de convertirse en adictos a este tipo de juegos.
Educación digital para adolescentes
¿La solución? Por supuesto: la educación. Hay que interiorizar que un smartphone no es un elemento inocuo y que tiene grandes riesgos para el joven. Los padres deben informarse muy bien sobre todos estos peligros que entrañan las nuevas tecnologías para que en caso de hacerse reales, puedan detectarse antes de que el problema vaya a más.
De igual modo se deben establecer unas normas claras para el uso de estos dispositivos. Entre estas leyes debe estar presente la posibilidad de que los padres puedan revisar el teléfono en caso de que haya alguna sospecha de actividad incorrecta, como en este caso el uso de aplicaciones de apuestas. También hay que limitar el uso de estos artículos y evitar que se usen durante todo el día ya que aunque no se conviertan en adictos a las apuestas, los adolescentes sí que pueden transformarse en dependientes de sus smartphones.
Por último, hay que estar muy atento a las facturas que lleguen a casa, tanto del teléfono como al extracto bancario. En este sentido hay que revisar cualquier gasto anómalo que no se recuerde, por muy pequeño que este sea. Normalmente estas aplicaciones comienzan con micropagos y cada vez van a cantidades más altas. Atajar el problema en sus inicios siempre es la mejor opción después de la prevención.
Damián Montero
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