La llegada de internet y otras tecnologías han roto barreras espaciales. Cualquiera puede hablar con otra persona en las antípodas y en cualquier momento mantener una charla a través de videoconferencia o enviarle una fotografía de su comida. Las redes sociales muestran largas listas de «amigos virtuales«. El panorama perfecto para que nadie se sintiera solo, en especial para nuevas generaciones que han nacido en este entorno digital.
Sin embargo, los datos revelan una historia distinta. Los más jóvenes se sienten más solos que las generaciones de sus padres. Así se revela en un nuevo estudio realizado por la compañía de seguros Cigna y en donde se ha han tenido en cuenta la visión de un total de 20.000 jóvenes adultos de entre 18 y 20 años.
Solos en la época de la interconexión
Tras recoger las opiniones de estos 20.000 participantes sobre su sensación de soledad y el uso que hacían de redes sociales, se llegaron a las siguientes conclusiones:
– La mitad de los participantes informó que se sienten solos (46%) o excluidos (47%) con asiduidad.
– Uno de cada cuatro participantes nunca siente que haya personas que realmente los entienda.
– Dos de cada cinco participantes a veces o siempre sienten que sus relaciones no son significativas (43%) y que están aisladas de los demás (43%).
– Una de cada cinco personas señala que rara vez sienten cerca de otros (20%) y sólo un 18% siente que hay personas con las que pueden hablar.
– Sólo alrededor de la mitad de los participantes tienen interacciones sociales significativas en persona, como una conversación prolongada con un amigo o pasar tiempo de calidad con la familia, a diario.
– Los adultos de entre 18 y 22 años conforman la generación más solitaria y afirma estar en peor estado de salud que las generaciones anteriores.
Redes sociales y amigos
No hay que confundir contactos en redes sociales con amigos reales, así se indicó en el 38 Congreso de la Federación de Asociación de Padres de Alumnos de los Colegios de Fomento de Centros de Enseñanza. Una reunión en donde algo quiso dejarse claro a los progenitores: «800 contactos no son 800 amigos». Un aviso relacionado con la dependencia de estas plataformas para mantener relaciones interpersonales.
Al hablar a través de redes sociales, los jóvenes tienen la sensación de estar hablando con un amigo de verdad. Una falsa sensación de cercanía que no se ajusta a lo que en realidad es una amistad. Esto genera una confusión que no se ajusta a la verdad ya que no pueden tener el mismo trato que si quedasen con ellos en su día a día.
Esta dependencia hace que los jóvenes terminen por depender de las redes sociales para satisfacer su necesidad de relaciones interpersonales. Pero tal y como se refleja en el estudio antes mencionado pocos integrantes de las generaciones de entre 18 y 20 años reconocen tener interacciones sociales significativas.
Damián Montero
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