La pubertad es una etapa de cambios. Pero, ¿qué pasa si no detectamos esas transformaciones en nuestros hijos? ¿Qué ocurre si no llega su adolescencia? En estos casos en los que la pubertad no sigue el mismo ritmo que el de los demás, cuando el adolescente puede sentirse desplazado y diferente.
Sin embargo la Asociación Española de Pediatría, AEP, afirma que en estas situaciones hay que mantener la calma ya que como todo proceso de cambio en el organismo, no todas las personas siguen los mismos ritmos.
Cuándo se retrasa la pubertad
La AEP en primer lugar recuerda los cambios más importantes de la pubertad, tres puntos que son los que deben tenerse en cuenta a la hora de juzgar este desarrollo en el cuerpo del niño:
– Aparición y desarrollo de los caracteres sexuales secundarios unido a cambios en la forma del cuerpo propios de cada sexo. Este proceso culmina con la adquisición de la capacidad reproductora.
– Aceleración del crecimiento hasta alcanzar la talla definitiva de la persona. El proceso que quizás más se alarga.
– Maduración psicológica acompañada de cambios de humor e irritabilidad.
Los pediatras recuerdan que estos cambios suelen empezar en torno a los 13 años en el caso de las niñas y hacia los 14 en los chicos. Si no se aprecian estas alteraciones en ese momento es cuando se puede empezar a valorar la posibilidad de que exista en un retraso en la pubertad.
Cuándo hay que preocuparse
Si pasada la edad habitual de desarrollo no se percibe ningún tipo de cambio en los órganos sexuales, la AEP recomienda acudir a un especialista para valorar la situación. No obstante esta organización recuerda que los ritmos de desarrollo de cada persona pueden ser muy diferentes y que debe ser el médico quien en última instancia determine si existen motivos para preocuparse.
Para diagnosticar si existe retraso en la pubertad será preciso analizar el patrón de crecimiento y de maduración esquelética. Con estos datos, que se comparan con los patrones de crecimiento y desarrollo normales con los experimentados por los padres, darán una primera orientación sobre si lo que ocurre es un proceso normal y esperable, o si por el contrario hay que preocuparse por una posible enfermedad causante de este retraso.
– En caso de que sea una enfermedad la que impide el desarrollo de la pubertad, las pruebas se enfocarán del siguiente modo:-Identificar si las gónadas, testículos en los niños y ovarios en las niñas, no pueden producir las hormonas responsables del desarrollo puberal, testosterona en los chicos y estradiol en las chicas.
– En el caso de que sean las estructuras cerebrales responsables del control de la pubertad las que no los están estimulando adecuadamente, habrá que considerar si alguna enfermedad no permite que el organismo del niño esté en condiciones adecuadas.
El tratamiento de la pubertad retrasada
Únicamente habrá que administrar algún tipo de hormona en los casos donde se haya diagnosticado algún tipo de patología que cause este atraso en la pubertad. En cuanto al tratamiento, tanto en chicas como en chicos es el mismo: administración de hormonas, testosterona en el caso de los niños y estrógenos en las niñas.
Damián Montero:
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