La adolescencia es el momento en el que nuestros hijos van definiendo su propio estilo en el vestir y quieren seguir la moda. Sienten que su ropa define ciertos rasgos de su personalidad, pero también en esta ocasión los padres podemos guiarlos sin que sientan que pierden su capacidad de elección.
El estilo y las tendencias de moda en la adolescencia
Cuando llega la adolescencia, es frecuente que los hijos empiecen a definir poco a poco su estilo en el vestido, el peinado o la música que escuchan. En ese momento, el choque generacional se hace evidente puesto que los gustos de los más jóvenes no tienen por qué coincidir con los de sus padres. Surge entonces la duda de si dejarles entera libertad, plantear una batalla cada vez que algo pasa del límite o gestionar poco a poco ese difícil equilibrio entre gustos cuando se trata de la ropa en los adolescentes.
Para empezar a trabajar el estilo hay que tener en cuenta que la tarea comienza en la infancia. Incluso aunque en la adolescencia haya un importante grado de rebeldía, algunas ideas habrán calado hondo desde años atrás. Así, por ejemplo, las combinaciones de colores se suelen aprender pronto.
Cómo despertar el buen gusto en el vestir entre los adolescentes
Otro elemento clave que para los padres es muy importante es el saber vestir en función de cada ocasión, es decir, no ir igual a clase que con los amigos ni a casa de la abuela a comer que a jugar al tenis. Para eso, la labor de aprendizaje comienza muy pronto y exige por parte de los padres un ejemplo constante. Si se logra ese criterio de la oportunidad, se habrá avanzado mucho, puesto que lo que suele molestar a los padres no es tanto cómo visten sus hijos sino que vistan de manera inapropiada en determinadas circunstancias.
Respecto a la selección de prendas, una buena forma de ir participando en las decisiones de los hijos -en particular en el caso de las chicas- es compartir tiempo con ellos viendo revistas de moda, saliendo de tiendas… Eso permite conocer el gusto de los jóvenes y valorar, dentro de estilos con los que ellos se sientan cómodos, los que nos gustan más o nos parecen más adecuados para ellos.
Salir con ellos de compras con el acuerdo de que elijan entre algunas prendas previamente seleccionadas por los padres es otra vía para ir enseñando trucos de estilo sin que pierdan su capacidad de decisión.
Alicia Gadea
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