La primera influencia para el consumo de drogas proviene del núcleo familiar. El que los padres rechacen a su hijos, el exceso o el deficiente control familiar, los divorcios conflictivos y el ambiente de familias con antecedentes de abuso provocan que el niño o adolescente tenga una escasa autoestima, un bajo rendimiento escolar y una falta de ideales por los que luchar, volviéndose más vulnerable y con más probabilidad de acercarse a las drogas.
También los amigos son muy influyentes y tienen más posibilidades de consumir aquellos niños que tengan amigos que se mueven en este mundo.Por su parte, desde la FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción) aseguran que en las decisiones de consumir o no por parte de un niño influye la percepción de riesgo que se tiene de esa conducta, que es modulada por los más reducidos círculos sociales que rodean al niño.
Razones del consumo de drogas entre los jóvenes
Cuando se pregunta a los jóvenes por las razones de sus consumos de drogas suelen aludir a: buscar sensaciones placenteras, diversión, mejor relación con los demás, etc. Son mucho menores las razones relacionadas con la evasión de problemas o la necesidad de superación de dificultades.
Fundamentalmente comienzan a consumir por la necesidad de integrarse en el grupo, de sentirse «como uno más», de no ser tachado de «raro».
Factores familiares que pueden influir en el consumo de drogas
No existe un perfil de «niño consumidor de drogas», ni de familia relativa a este fenómeno. El consumo de drogas está condicionado por multitud de factores, aunque existen una serie de circunstancias clave que pueden favorecerlo, como:
– El nivel de cohesión familiar.
– El apego familiar y el clima afectivo.
– El estilo educativo familiar.
– El nivel de comunicación.
– El propio consumo de drogas en el ámbito familiar.
– Las actitudes familiares hacia la salud.
– Las actitudes hacia el disfrute y planificación del ocio y tiempo libre.
La importancia de educar el carácter de los adolescentes
El carácter del niño es un factor relacionado con el consumo de drogas, pero sólo un factor más a tener en cuenta. Los consumos de drogas se relacionan en mayor medida con estilos de conducta más compulsivos, menos auto-controlados, que buscan en mayor medida la satisfacción inmediata, que no toleran bien la demora en dicha respuesta, etc. Pero todo ello no supone ser consumidor, sino tener más posibilidades de serlo.
Hay otros muchos factores que pueden influir, incluso más que los señalados. Aunque se trata de un problema que comienza en la etapa de la adolescencia, es muy importante que los padres sentemos unas bases orientativas desde que nuestros hijos son pequeños y que vayamos moldeando su carácter para que sean personas seguras de sí mismas y sin miedo ni complejos a la hora de decir «no» ante situaciones comprometidas.
10 consejos para los hijos frente a las drogas: tu mejor aliado, la prevención
Según la FAD, la mejor prevención es fortalecer en los hijos su personalidad y favorecer su autonomía de criterio. En lugar de prohibir, procuremos explicar y razonar con nuestros hijos los porqués de nuestras decisiones sobre ellos: por qué deben comer de todo, por qué deben cumplir un horario, por qué no le convienes un tipo de amigos, etc.
1. Querer a papá y a mamá y respetar sus normas, intentando explicarles nuestro punto de vista u opinión.
2. Aprovechar cualquier buen momento para hablar con ellos.
3. Las ideas y opiniones propias deben ser las tuyas. Cuestiona lo que te digan los demás. Piensa por ti mismo.
4. Decir que no a los amigos cuando algo no nos guste, sin miedo a las consecuencias.
5. Si no nos gusta un grupo de amigos, buscar otros en otras actividades.
6. Pedir lo que queremos conseguir de los demás.
7. Ayudar y apoyar a quien nos pide ayuda o consejo.
8. Pensar que, a veces, ocultar un problema propio o de un amigo no es la solución.
9. Disfrutar de lo que nos gusta y decirlo, sinceramente, sin ofender.
10. Pensar las cosas antes de decidir suele ser lo más adecuado.
Consejos para evitar el consumo de drogas
– Ejemplo. Si tenemos una persona cercana, o conocida por la familia, que sea consumidor podemos ponerlo como ejemplo para que nuestro hijo vea «en la práctica» los efectos de su consumo. Siempre valorando o enjuiciando el hecho y salvando a la persona.
– Prevención. Un buen modo de prevenir es crear un ambiente de comunicación, confianza y buena relación padres-hijos con el fin de que sientan la suficiente confianza para hablar de estos temas, o situaciones comprometidas que puedan vivir.
– Influencia. En estas edades la influencia del grupo comienza a ser muy importante y se nos hará cada vez más difícil contrarrestar su influencia. Por tanto, debemos ayudarles a ser poco a poco más autónomos y libres, con capacidad para saber soportar un ambiente negativo por parte de sus compañeros.
– Familia y amigos. Tanto en esta etapa, como sobre todo más adelante en la adolescencia, es bueno que recordemos que el triángulo formado por la familia, el colegio y el ocio son claves para prevenir el consumo de drogas.
Ana Aznar
Asesor: Miguel Ángel Rodríguez. Subdirector de Estudios y Programa de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción
Más información en el libro: Ladrones de cerebros, de Tom Scott y Trevor Grice.
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