El consumo de alcohol en menores es uno de los mayores problemas en la sociedad actual. Estas sustancias son muy perjudiciales para el desarrollo de los jóvenes y por desgracia el inicio en el consumo de las mismas se inicia cada vez a edades más tempranas. Una situación que ha despertado una alarma en la actualidad y que ha impulsado varias campañas para frenar este contexto.
Sin embargo, desde The Family Watch se recuerda la necesidad de la implicación de los padres en esta lucha. Y así lo ha expuesto en su informe «Consumo de alcohol en menores y sus implicaciones en la Familia». Un trabajo que cuenta con el aval de Asociación Española de Psicología del Niño y Adolescente» y en donde se pone de relevancia el papel de los miembros del hogar en la lucha contra el alcohol.
Cifras que preocupan
En este estudio se ofrecen datos que muestran lo grave que es el consumo de alcohol en menores y la situación en la que nos encontramos. Según este informe el 50% de los jóvenes se inician en el consumo de alcohol antes de los 15 años y un 25% lo hace antes de los 13. De hecho un 10% de estas generaciones ya padecen trastornos relacionados con estas bebidas.
También es preocupante el hecho de que el inicio en el consumo de alcohol en estas edades se convierta en un factor de riesgo en el futuro. Aquellos que comienzan a beber antes de los 14 años multiplican por cuatro las posibilidades de ser dependientes de estas sustancias frente a los que se inician en su consumo a los 20. Al mismo tiempo se recuerda el gran peligro que supone la ingesta de estos productos antes de los 12 años dada la vulnerabilidad del cerebro ante el efecto tóxico de estos artículos.
En este informe se exponen los efectos que tiene el consumo de alcohol en los jóvenes, que van desde alteraciones en su cerebro: déficits cognitivos y alternaciones neuronales. Otras consecuencias negativas son el aumento de las probabilidades de sufrir accidentes de tráfico o el incremento de padecer depresión y otros trastornos que hagan al menor vivir en un constante estado de tristeza.
Crea conciencia familiar
Durante la presentación de este informe, también volvió a surgir el debate sobre la permisividad de la familia y la necesidad de implicar más a los padres en esta lucha contra el alcohol. Los responsables de este trabajo recordaron la importancia que tiene el hogar como factor preventivo ya que este es el eje de aprendizaje de los niños en sus primeros años de vida.
Los padres deben presentar una actitud ejemplar frente a los niños en lo que al consumo de alcohol se refiere y mantener unos hábitos saludables. También es importante que llegada la etapa de la adolescencia no se tenga una actitud tan permisiva. Muchos progenitores ceden en este punto pensando que si no permiten a sus hijos acudir a estos eventos, estos se quedarán sin amigos y solos.
También se puso sobre la mesa la necesidad de implicar a todos los entes relacionados con la educación de los jóvenes. Así lo destacó María José Olesti, directora general de The Family Watch: una vez más la coordinación entre familia y colegio es fundamental en la educación de los menores. Las preocupantes cifras de aumento en el consumo de alcohol en los menores, que ya se reflejaban en el Barómetro de la Familia The Family Watch, en el que 8 de cada 10 españoles así lo afirmaban; hacen que sea necesario que toda la sociedad camine en la misma dirección para erradicar unas cifras que exigen mayor conocimiento y sensibilización de los daños, en muchas ocasiones irreversibles, del consumo de alcohol, en edades cada vez más tempranas».
Por su parte, la psicóloga María Martin Vivar destacó la influencia de otros factores de riesgo que pueden influir en el inicio temprano en el consumo de alcohol. «No sólo el ambiente familiar o el ambiente escolar influyen en el inicio temprano del consumo de alcohol, es el conjunto de los diferentes factores de riesgo y protectores, que incluye los individuales, los familiares, los escolares y de la sociedad en general, los que predisponen o previenen para el inicio en el consumo de alcohol a edades tempranas».
Damián Montero
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