La adolescencia es una etapa en la que la el grupo de amigos juega un papel muy importante en el desarrollo de las personas. Poco a poco los más pequeños de la casa dejan de lado a sus familiares para encontrar apoyo y acercarse a estos compañeros. Sin embargo, en ocasiones, la búsqueda de pertenencia les lleva a realizar acciones que van en contra de sus creencias y de sus valores.
¿Cómo hacer frente a la presión de grupo? ¿Cómo enseñar a los adolescentes a seguir creyendo en sus valores y no llevar a cabo acciones por el mero hecho de sentir que encajan? Desde la Confederación Española de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos, CEAPA, se ofrece una divertida historia en la que se brindan consejos para que los jóvenes sigan creyendo en sus valores y no se dejen llevar por la presión de grupo.
12 meses, 12 consejos
CEAPA ilustra a través de una historia que abarca todo un año los consejos que se les da a los jóvenes para no dejarse llevar por la presión de grupo:
– Enero. Desde pequeños, los hijos deben recibir el mensaje de que tener unos gustos propios no está mal. Los buenos amigos aceptan, no tratan de cambiar lo que a su juicio está mal.
– Febrero. Los padres deben enseñar a sus hijos que decir «no» en algunas situaciones es la mejor decisión, en especial cuando se niegan a hacer algo que está mal, como por ejemplo fumar.
– Marzo. Los niños deben saber que los valores deben defenderse siempre y que no deben de olvidarse por encajar en un grupo.
– Abril. Los más pequeños deben conocer las consecuencias de las acciones y que estas no desaparecen por mucho que realicen a cabo acciones nocivas con tal de encajar.
– Mayo. Los jóvenes deben saber que no está mal faltar a un plan, en especial cuando la ausencia corresponde al cumplimiento de una responsabilidad como estudiar o realizar un trabajo escolar.
– Junio. Los jóvenes no deben guiarse por impulsos y antes de llevar a cabo alguna acción pensar si de verdad es lo que quieren o solo lo hacen para recibir la aprobación de sus compañeros.
– Julio. Los adolescentes deben aprender a respetar su cuerpo y no seguir cánones de belleza impuestos. Una cosa debe ser apostar por un estilo de vida sano y otra dejarse llevar por modas que solo perjudicarán su salud como las dietas no establecidas por nutricionistas y endocrinos.
– Agosto. Los padres deben hacer ver a sus hijos que aunque por un momento se sientan integrados, dejarse llevar por la presión de grupo solo repercute negativamente en su ánimo al hacerles sentir estar haciendo algo que no desean.
– Septiembre. Cada uno es libre de tener lo amigos que quiera, juntarse con los menos populares no es ningún estigma, de hecho dar la oportunidad a todos los compañeros puede descubrir a los jóvenes grandes amistades.
– Octubre. Las normas están para cumplirse, dejarse llevar por la presión de grupo y saltarse las reglas que han puesto los padres es un camino nada aconsejable.
– Noviembre. Libertad por encima de todo, cada uno es libre de decidir cómo se lo pasa bien y qué formas de ocio son las mejores.
– Diciembre. Identificar buenos amigos, los que respetan y siempre están ahí, los que comprenden que en ocasiones hay responsabilidades que cumplir y sacan una sonrisa con una sola llamada.
Damián Montero
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