El anonimato es una de las palabras que mejor definen a internet. Durante las jornadas que nuestros hijos pasan navegando es posible se encuentre a alguien que no sea quien dice que es. Un problema que los adultos fácilmente saben resolver pero que a los más pequeños puede llegar a abrumar, especialmente cuando la persona que está mintiendo se está haciendo pasar por alguiende su misma edad y solicita información privada.
Este engaño en internet se conoce como grooming, un peligro que acecha en las redes y que puede llegar en cualquier momento de forma silenciosa y que se ha visto incentivado por la expansión de dispositivos como smartphones y tablets.
Qué es el grooming
El grooming es un fenómeno que podríamos traducirse al español como ‘engatusamiento’ y que describe aquellas prácticas online que realizan algunos adultos para conseguir la confianza de un menor fingiendo ser quien no es. Esta persona muestra empatía, cariño, etc. con fines de atraer a los menores con fines sexuales (como la obtención de fotografías íntimas de la víctima.
Este problema no finaliza en la obtención de estas fotografías sino que suele ir más allá. Una vez conseguido este fin, el acosador amenaza a la víctima con publicar estas imágenes si no le envía más. Una sugestión que se aprovecha el miedo que tiene el menor a ser descubierto por parte de sus padres.
Qué hacer contra el grooming
Lo mejor siempre es prevenir antes que curar. Si los menores van a comenzar a emplear internet de forma autónoma o llega el momento en el que ya pueden tener perfiles en redes sociales es necesario recordarles algunos medios con los que prevenir el grooming:
1. No proporcionar nunca imágenes o información privada a nadie en internet. Mucho menos compartir vivencias privadas de las que puede nacer el chantaje.
2. Evitar que elementos privados como contraseñas o cualquier otra clave de acceso a los perfiles en redes sociales caigan en manos de quien no debe saberlas.
3. Estar siempre alerta y nunca aceptar a nadie en redes sociales que sea un desconocido. Aunque se compartan amistades en estas plataformas, siempre es preferible mantenerlos lejos.
5. Pedir ayuda en cualquiera de estos casos. El menor debe saber que nunca va a estar solo y que si se encuentra en una de estas situaciones, va a haber un adulto para apoyarlo y hacer que todo pase.
6. Contar con un buen equipo de seguridad para prevenir la invasión de otros usuarios. Un buen antivirus y programas contra spywares siempre han de estar instalados en el ordenador.
7. Siempre denunciar. Hay que poner en conocimiento de las autoridades este delito una vez que se tengan pruebas del mismo. Es la única forma de poner fin a este problema ya que aunque se salve al menor, puede suceder que otro se convierta en víctima.
8. Ordenador siempre en el salón. Si el menor usa internet delante de todos, siempre se podrán percibir actitudes que indiquen nerviosismo por culpa de uno de estos casos.
Damián Montero
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