En el mundo digital, los memes han emergido como una forma de expresión única y poderosa, especialmente entre los jóvenes. El éxito de estas pequeñas piezas de contenido, que se entienden como una broma o chiste, reside en divierten y se caracterizan por ser virales y compartibles. En la actualidad, han revolucionado la manera en que nos comunicamos a través de las redes sociales.
Los memes, un contenido digital irresistible para los jóvenes
Pero, ¿qué es exactamente lo que hace que los memes sean tan irresistibles para esta generación de adolescentes y jóvenes?
La universalidad del humor
Una de las principales razones que se ven detrás del éxito de los memes es su capacidad para generar risas y hacer que la gente se sienta bien. Ya sea una imagen con texto superpuesto, un GIF animado o un video corto, los memes suelen abordar situaciones cotidianas de una manera exagerada o inesperada, lo que provoca una reacción instantánea de diversión.
Este humor compartido crea un sentido de pertenencia a un grupo entre los jóvenes, que encuentran en los memes una forma de conexión con sus amigos en un mundo digitalizado. Para Gloria R. Ben, psicóloga experta de Qustodio, su popularidad se debe a «su forma de comunicación rápida, creativa, fácil de entender y con humor. Los jóvenes utilizan los memes como parte de su propio lenguaje».
La creatividad ilimitada
Los memes son como lienzos en blanco en el mundo digital. Cualquiera puede crear uno, ya sea modificando una imagen existente, creando un video corto o ideando un nuevo formato. Esta libertad creativa ha llevado a la proliferación de una amplia variedad de memes, desde los clásicos y atemporales hasta los más efímeros y específicos de una cultura o subcultura particular.
La posibilidad de ser creativo y compartirlo instantáneamente con una audiencia global es una experiencia emocionante para muchos jóvenes. Además, esta psicóloga añade que «son una buena guía para dejar volar la creatividad. Son una manera de expresar las ideas que tienen en la cabeza los jóvenes sin necesidad de filtros, lo que les aporta mayor seguridad a la hora de expresarse y dar sus opiniones sin miedo».
El poder de la viralidad
Los memes tienen una capacidad única para difundirse rápidamente a través de las redes sociales y otras plataformas digitales. Cuando un meme resuena con la gente, es compartido una y otra vez, convirtiéndose en parte de la conversación digital.
Esta viralidad contribuye a la sensación de estar al tanto de las tendencias y eventos actuales, ya que los memes suelen reflejar y comentar variados temas de actualidad, desde la política hasta la cultura musical.
No obstante, según el último informe de Qustodio, ‘Nacer en la era digital: La generación de la IA‘, los menores españoles pasan cada vez menos tiempo en las aplicaciones de comunicación convencionales como es WhatsApp. En 2023, su uso ha disminuido un 12%, pasando de 24 a 21 minutos diarios, tiempo que, si se compara con las horas que pasan en redes sociales, es bastante reducido.
Además, en los últimos años se ha pasado de una comunicación más personal y verbal a una escrita y a distancia gracias a las plataformas digitales. La comunicación actual de los jóvenes se basa más en contenido multimedia, fotos, vídeos, emoticonos… Es por ello por lo que los memes triunfan tanto entre los menores.
El lenguaje de Internet
Los memes también han dado lugar a un lenguaje propio en Internet, lleno de referencias internas y chistes compartidos. Para los jóvenes que están inmersos en la cultura digital, entender y utilizar este lenguaje es una forma de demostrar su pertenencia a su comunidad digital.
Los memes se convierten así en una especie de moneda cultural, utilizada para comunicarse de manera rápida y efectiva en un entorno digital cada vez más fragmentado y diverso.
Sin embargo, los memes también tienen sus riesgos. Según explica la psicóloga de Qustodio, «la rápida divulgación que se produce a través de Internet puede dar lugar a que una gracia que se hace a un amigo o persona conocida se propague rápidamente a muchas personas que pueden no utilizar ese meme con la intención con la que se ha creado. Si se trabaja la inteligencia emocional y se potencia la empatía de los más pequeños, serán capaces de entender que lo divertido tiene que ser divertido para todos».
Gloria R. Ben añade que «a veces el humor y la creación de los memes cruzan barreras controvertidas, utilizando situaciones sociales o personales dramáticas y compartiéndolas en tono humorístico, aspecto que se debería de controlar y, sobre todo, educar para que no suceda».
El escape y la identidad
Por otra parte, los memes ofrecen un escape temporal y una forma de procesar la realidad de una manera más ligera. Al reírse de sí mismos y de las situaciones absurdas de la vida, los jóvenes pueden encontrar alivio del estrés y la presión diaria.
Además, los memes también pueden desempeñar un papel en la construcción de la identidad digital, permitiendo a los jóvenes expresar sus intereses, valores y puntos de vista de una manera creativa y accesible.
De manera que los memes han capturado la imaginación de la generación joven debido a su capacidad para generar risas, fomentar la creatividad, facilitar la conexión y expresión, y ofrecer un escape del mundo real.
Marisol Nuevo Espín
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