En la era digital, la conexión a Internet se ha convertido en una necesidad básica para muchas personas, especialmente para los adolescentes. Coincidiendo con el Día Mundial del WIFI, que se celebra el 20 de junio, un informe reciente de Qustodio revela que la mayor preocupación de los jóvenes no es la privacidad ni el acceso a contenido inapropiado, sino quedarse sin WIFI. Este hecho subraya una realidad: la desconexión tecnológica es percibida como una desconexión social.
La dependencia de la conexión en el informe titulado «Nacer en la era digital: La generación de la IA» de Qustodio, plataforma líder en seguridad online y bienestar digital, muestra que los jóvenes priorizan estar conectados sobre otros aspectos de su vida digital. Este temor a la desconexión no solo refleja una dependencia tecnológica, sino también una dependencia social. La conexión a Internet permite a los adolescentes mantenerse en contacto con sus amigos, participar en redes sociales y acceder a entretenimiento. Sin ella, muchos sienten que pierden una parte vital de su vida social. De hecho, un estudio de la OCDE indica que siete de cada diez adolescentes españoles se sienten «mal» si no están conectados de alguna manera.
Este problema se agudiza en vacaciones de alguna manera cuando las familias se desplazan a otro alojamiento que no es su vivienda habitual. Cuando se trata de alquilar apartamentos turísticos en la costa o en la montaña o asistir a campamentos, el agobio por estar sin WIFI se convierte en un malestar que puede fastidiarles las vacaciones. De ahí que la demanda de datos ilimitados en el móvil haya crecido exponencialmente en la última década y las compañías de telecomunicaciones ofrezcan paquetes y ofertas con un mayor número de datos a buenos precios.
Consejos para un uso equilibrado de la tecnología
Con motivo del Día Mundial del WIFI, los expertos de Qustodio ofrecen una serie de recomendaciones para ayudar a los jóvenes a gestionar mejor su tiempo frente a las pantallas y evitar el abuso de la tecnología:
1. Limitar el tiempo de uso de las aplicaciones
Muchos dispositivos permiten establecer límites de tiempo para diferentes aplicaciones. Esto puede ayudar a los adolescentes a evitar pasar horas continuas consumiendo contenido.
2. Desactivar notificaciones
Las constantes notificaciones pueden interrumpir la desconexión incluso cuando el móvil no está en uso. Desactivar estas alertas puede reducir la necesidad de revisar el móvil repetidamente.
3. Fomentar aficiones fuera de las pantallas
Es crucial que los jóvenes encuentren intereses y actividades offline, como deportes, lectura, excursiones o visitas a museos. Estas actividades no solo promueven un equilibrio saludable sino que también pueden realizarse en compañía de amigos, haciendo la vida offline más atractiva.
La dificultad de vivir sin conexión a Internet
Un estudio de la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC) revela que casi la mitad de la población española no concibe vivir sin Internet. Esta herramienta se ha convertido en una parte integral de la vida diaria y su ausencia resulta casi inimaginable en la sociedad actual.
Emily Lawrenson, gerente de comunicaciones de Qustodio, destaca que «nada en exceso es positivo. Los jóvenes están expuestos a estímulos constantes que pueden derivar en un abuso de las pantallas. Por ello, es importante que las familias y los padres les ayuden a tener un equilibrio».
La realidad es que, aunque vivir sin pantallas o sin Internet puede parecer imposible, es esencial que los jóvenes comprendan los riesgos asociados al uso excesivo de la tecnología. Encontrar un equilibrio es clave para su bienestar, evitando que la conexión constante se convierta en una necesidad insalvable que afecte negativamente su vida social y emocional.
Marisol Nuevo Espín
Asesoramiento: Emily Lawrenson, gerente de comunicaciones de Qustodio
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