Las bondades de la lectura no son nada nuevo. Todos sabemos que es un hábito sumamente útil a la hora de enriquecer el lenguaje y ejercitar la mente, entre otros beneficios. Sin embargo, estas ventajas no son exclusivas de la lectura. La escritura creativa hace que los adolescentes también ejerciten su cerebro, desarrollen su memoria, aumenten sus dotes comunicativas y su capacidad para resolver problemas o situaciones.
Fomentar, por tanto, la lectura y la escritura entre adolescentes es ayudarlos a completar un desarrollo más profundo de su personalidad y competencias. Que sean adultos con más creatividad hace que sumen nuevos e interesantes puntos de vista y perspectivas con las que abordar situaciones e imprevistos. Sin embargo, coger un libro (y dejar el móvil) y centrar su atención en él durante más de cinco minutos es una de las misiones más difíciles a las que se enfrentan las generaciones más jóvenes.
¿Cómo se consigue fomentar estos dos hábitos en edades tan complejas?
Es una cuestión que pone de relieve Maïder Tomasena, directora de la Escuela de Copywriting y CEO de FLUO. «La escritura creativa y la lectura son dos hábitos que tienen una repercusión positiva en la creatividad de los adolescentes. Además de las herramientas y de los consejos que vamos a enumerar, lo primero que hay que tener es paciencia», describe la copywriter.
La adolescencia se caracteriza por ser una edad compleja en el desarrollo de cualquier ser humano. La comprensión, el diálogo y la paciencia son los tres ángulos que deben enmarcar cualquier aspecto que tenga que ver con un adolescente, y fomentar la creatividad es una de ellas. Son muchos los estímulos que les rodean (redes sociales y pantallas, especialmente), por lo que hay que saber ver en ellos aliados y no enfrentarnos frontalmente. Estos son los consejos de Tomasena:
Sé realista con tus expectativas cuando de adolescentes se trata
Tanto con la escritura como con la lectura, debes ser realista con tus expectativas. Es decir, no deberías esperar que un adolescente muestre interés por determinados temas. No propongas, por ejemplo, un ejercicio de escritura que pueda resultar tedioso o ajeno a su mundo. Un adolescente siempre preferirá, o al menos así será en la mayoría de casos, leer un cómic que un soneto (aunque siempre hay excepciones).
Propón temas que les interesen
La empatía es fundamental. Debes ponerte en su piel, especialmente cuando de temas de interés se trata. Lo que te interesa no es lo que le interesa. Una opción es hacer un sondeo. Pregunta acerca de cuáles son los temas que le interesan y, en función de esas temáticas, centra tus propuestas.
Puedes aprovechar acontecimientos actuales y relevantes para proponer esos temas, incluso aquellos cuya repercusión tiene que ver con las redes sociales, un contexto de trabajo que seguramente no le resulte ajeno ni aburrido. La manera de funcionar de los adolescentes ha cambiado y es necesario adaptarse a esa nueva realidad que les rodea.
Conecta los hábitos con sus intereses
Cada adolescente es un mundo. Cada uno de ellos cuenta con unos intereses individuales únicos. Por ello, si estamos delante de un grupo, tratar de generalizar en las propuestas será un error que solo conducirá a su apatía. Lo mejor que se puede hacer en estos casos es individualizar, tanto las propuestas de lectura como de escritura, y conectarlas con los intereses de cada adolescente.
La experta en copywriting insiste: «La escritura creativa y la lectura son dos hábitos que merece la pena fomentar en cualquier adolescente. La creatividad es un lenguaje transversal, que aplica a cualquier ámbito, como las matemáticas o la filosofía, por lo que aprender a desarrollarla es un conocimiento troncal que podemos aplicar a lo largo de la vida, escojamos el camino que escojamos».
Maïder Tomasena, directora de la Escuela de Copywriting y CEO de FLUO
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