Las nuevas tecnologías se han ocupado de muchas de las labores que antes tocaban hacer a las personas: limpieza de platos, encender la calefacción a determinadas horas e incluso cocinar. Sin embargo este mundo tan moderno también ha llegado a otros ámbitos que hace unos años ni se hubieran pensado como por ejemplo encontrar pareja.
Los móviles han comenzado a ofertar aplicaciones que tratan de unir a los usuarios que se registran en ellas. Estas herramientas eligen a una supuesta pareja perfecta en función de los datos que ha dado la persona que las usa. De hecho cada vez más jóvenes emplean sus smartphones para este fin, una actividad peligrosa ya que en la red nunca sabes la identidad de aquel con el que hablas.
Peligros en internet
El triunfo de las aplicaciones para encontrar pareja entre los jóvenes ha llegado junto con la expansión de los teléfonos con conexión a internet. Cada vez más menores cuentan con uno de estos dispositivos los cuales ofrecen estas herramientas que permiten conectar con otras personas con los mismos intereses.
Ya sea por redes sociales o con aplicaciones específicas, los jóvenes encuentran en sus móviles un canal con el que contactar con otras personas y entablar conversación. Sin embargo en este punto se produce el mismo problema que en dodo internet: el anonimato de la otra parte. Un estudio realizado en 2016 en Reino Unido desveló que gran parte de los adolescentes mentía sobre su perfil y únicamente un 19% reconocía que esta descripción se adecuaba a la realidad.
Ciberbullying y grooming
De estos peligros se derivan otros más graves. Por un lado el ciberbullying, hay muchas personas que para acosar a sus víctimas crean perfiles falsos para hacer pensar a determinado individuo que está encontrando a alguien especial. Una forma de burla que aprovecha los sentimientos de la persona engañada.
Por otro lado también existe el riesgo del grooming, es decir, encontrarse con una persona mayor de edad que ha mentido sobre su identidad para contactar con un menor. Este se arriesga a encontrar con alguien que tiene intenciones ilegales con él, es decir, pedófilos. En estos casos hay que estar muy atentos para localizarlos y ponerlos en conocimiento de las autoridades competentes.
Control paterno
Para evitar este tipo de situaciones los padres deben estar al tanto de lo que hacen sus hijos. En primer lugar hay que advertir del peligro que tiene emplear las aplicaciones para encontrar pareja. También hay que tener un ojo puesto en redes sociales, ya que estas pueden ser un canal a través del cual entrar en contacto con desconocidos. Estas son algunas técnicas para guiar a los hijos en estos lugares:
– La privacidad del muro de la red social determinada respecto a sus padres depende de la edad que el hijo tenga. Cuando los hijos son más mayores no podemos controlar sus conversaciones y sus mensajes, pero si es bueno preguntarle con quién las mantiene y quiénes son sus contactos. Cuando son más pequeños, si es bueno supervisar la actividad y entrar en su perfil, pues puede ser la mejor manera de evitar un problema que puede llegar a ser más complicado sin esta medida.
– Poner horarios y límites al uso de los adolescentes de las redes sociales. Es importante que los padres supervisen que no se conecten en tiempo de estudio o en momentos de reunión familiar como las comidas.
– Para ver su perfil, de nuevo hay que tener en cuenta la edad del adolescente. Hacerse un perfil propio y ser contacto de tu hijo es muy útil. También es bueno sentarse a su lado cuando navegue por la red y que lo comparta con los padres.
– Es bueno intervenir en la actividad que hace el hijo en las redes sociales comentándola, preguntando al respecto y corrigiéndoles. Es bueno estar pendiente de la actuación que hagan los adolescentes y asesorarlos para que actúen de la manera correcta, propiciando así la comunicación entre padres e hijos.
Damián Montero
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