La edad del pavo comienza entre los 11 y los 13 años, proyectándose durante la adolescencia hasta la fase de madurez, que en algunos casos puede terminar en torno a los 16 años, y en otros durar hasta los 18 o 19 años. Durante la denominada edad del pavo, los adolescentes experimentan cambios físicos y psicológicos y tratan de encontrarse a ellos mismos. Los padres debemos ser un apoyo esencial en esta etapa.
La edad del pavo es una etapa difícil para los adolescentes y para los padres. Los cambios hormonales, el ansia de libertad, la lucha por encontrarse a uno mismo, y los problemas que derivan de ello, pueden generar un ambiente tenso en casa. Sin embargo, la edad del pavo también puede ser una etapa enriquecedora y traer consigo innumerables beneficios.
Una de las principales características de esta etapa radica en que tu hijo empieza a adquirir y reclamar más libertad por vuestra parte, lo que le lleva en determinadas circunstancias a exigir más de lo que le permitís, y por ello se crea un ambiente complicado en casa. «Tendremos que aprender a conceder, a alargar la cuerda de la autonomía de los hijos, tanto en las cosas que quieren hacer como en nuestro juicio sobre ellas», sostiene Alberto Faccini, autor de libro El perfume de la adolescencia. Los gritos, los llantos, la risa floja y los cambios de humor son algo normal. Si eres padre primerizo y tu hijo se acerca a la edad del pavo, no te alarmes. ¡Esta edad es así!
En este periodo, debemos aceptar que para nuestros hijos dejamos de ser su modelo a seguir y nos convertimos en un aspecto secundario de sus vidas. Ocupando sus amigos un lugar privilegiado en su mundo. Pilar Martín Lobo, autora del libro: Tu hija de 15 a 16 años sostiene que «la adolescencia busca nuestra seguridad y debemos permanecer a su lado». Aunque parezca que nos relegan a un segundo plano y finjan autonomía e independencia, nos quieren y necesitan.
¿Cómo reconocer la edad del pavo?
Esta se manifiesta de diferente manera en los niños que en las niñas. Pero en ambos sexos tienen un aspecto común: el uso continuado de WhatsApp, de Instagram y demás redes sociales.
– Las niñas tienden a ser más rebeldes. Consideran que merecen una cantidad de cosas porque son mayores y actúan como tal. Te pedirán salir por la noche, puede que le pilles alguna mentira y comenzarán a maquillarse y a ponerse zapatos de tacón. Será normal que pasen horas y horas hablando por teléfono con las amigas que acaban de ver en el colegio hace una hora y puede, que tengan cambios de humor y se sientan incomprendidas. Las incontables horas y horas en WhatsApp e Instagram serán habituales en su rutina.
No todas las chicas reaccionan de igual manera a la edad del pavo, pero estos ejemplos son algunos de las conductas que te hará sospechar que tu hija está inmersa en la temida, pero también divertida adolescencia. Las peleas con sus amigas serán algo normal y las críticas de unas hacia otras, el pan de cada día.
– La edad del pavo de los chicos es completamente distinta. Se tiran horas y horas en la cama, les entra la desidia, puede que empiecen a tontear con el tabaco y que descuiden sus estudios. Descubren su sexualidad y caminan a caballo entre la niñez y la madurez. Puede que notes que en algunos aspectos es muy maduro, pero sigue siendo un niño.
Los procesos de maduración entre chicos y chicas son distintos, No se puede generalizar en cuanto a esta edad porque cada adolescente tiene sus propias circunstancias. Pero sí que existen aspectos comunes.
Consejos para sobrellevar mejor la edad del pavo en casa
Pilar Martín Lobo afirma que «todas las crisis adolescentes suponen mejora, si finalizan en mayor madurez, pero requieren información y formación para actuar con acierto». Por lo tanto, está en nuestras manos, tratar de comprender los cambios físicos, orgánicos y hormonales que tienen.
Para sobrellevar mejor la edad del pavo de las chicas, es aconsejable seguir estos pasos:
– En cuanto a los cambios fisionómicos que está experimentando tu hija, sé comprensivo y dale toda la información que necesita. Explícale que tú has pasado por lo mismo, y que es normal. Es una etapa que va a llevar consigo una evolución muy grande, y se va a convertir en mujer.
– No reacciones de manera negativa ante sus cambios repentinos de emociones, que varían en cortos periodos de tiempo. De nuevo, trata de entenderla, tiene las hormonas a flor de piel.
– El apoyo y comprensión con respecto a su imagen física será una de sus principales preocupaciones. Con el uso de Instagram asociarán la belleza a los cánones establecidos por la industria de la moda y de la televisión. A su vez, comenzarán a sentirse atraídas por los chicos y las inseguridades las rodearán y comerán la cabeza. Los padres han de hacerles entender que son guapas y únicas tal y como son. La belleza no implica una delgadez extrema y los hombres no se enamoran de un físico sino de una personalidad.
– Detrás de un grito puede haber una necesidad de llamar la atención, de sentirse valorada. Necesita vuestra atención. En esos momentos en los que pierda los nervios, debéis tener mano izquierda e intentar analizar el porqué de esa conducta. Por supuesto no se deben permitir las faltas de respeto y educación, y en muchos momentos será necesario tomar una actitud autoritaria ante la necesidad de fijar límites. Pero también tratar de entenderlas.
Para sobrellevar mejor la edad del pavo de los chicos, es aconsejable seguir estos pasos:
– Ante las faltas de respeto o la desidia no te desesperes. Como afirma Santiago Herraiz en su libro Tu hijo de 15 a 16 años, «cuanto más tiempo y más confianza se derroche con los hijos, mejor». Lo mismo sucede en cuanto a la pérdida de tiempo. En vez de frustrarte, enfadarte y gritar, mantén una conversación sana con tu hijo. Hazle ver la importancia de invertir el tiempo en cosas que merezcan la pena. Entre estudiar o escuchar música, enséñale que no es una cosa u otra. Si estudia, tendrá tiempo después para escuchar música y estar tirado en el sofá. ¡Tampoco pasa nada porque tu hijo descanse un poco!
– Si tu hijo empieza a tontear con el tabaco, mantened una charla educativa y explicadle las consecuencias negativas que puede tener en su salud. No sólo puede derivar en cáncer, cosa que ellos ven muy lejos, sino en adicción y dependencia. Explícale que a las chicas no les gustan más los «malotes» que fuman, sino los chicos responsables que las tratan bien. Una de las principales causas por las que empiezan a fumar es por «hacerse los guays» y sentirse mayores delante de las niñas.
– Educar en la responsabilidad. Tu hijo se va haciendo mayor para adquirir responsabilidades. Asígnale poco a poco más tareas en casa y mantén conversaciones con él. Aunque parezca que no te escucha y pasa de ti, algo se le quedará.
Natalia Pérez García
Asesoramiento: Alberto Faccini, autor de El perfume de la adolescencia y Pilar Martín Lobo, autora de Tu hija de 15 a 16 años.
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