En los últimos tiempos la salud mental ha ido cobrando la misma importancia que la física. Y es que el bienestar psicológico es tan importante como el fisiológico, en especial durante una etapa tan difícil como la adolescencia. Además, hay que sumar que nos encontramos en plena pandemia, que ha puesto a prueba nuestra paciencia y el equilibrio mental de todos nosotros.
¿Qué elementos son los que ayudan a cuidar de la salud mental, y en especial, de los adolescentes? Una nueva encuesta publicada en Journal of Adolescent Health revela como tres los pilares que sostienen este bienestar: actividad física, relaciones sociales y un buen descanso. Elementos que protegen de los efectos nocivos que, incluso, la pandemia puede tener en este sector de la población.
Cómo asegurar una buena salud mental
El estudio contó con la presencia de 3.000 adolescentes de entre 11 y 14 años, cuyos datos fueron registrados durante antes de la pandemia, y durante los primeros compases de la misma. Este trabajo tuvo en cuenta los resultados de una investigación a largo plazo sobre el desarrollo del cerebro y la salud infantil en la que se exploraron factores que podrían predecir el estrés, la ansiedad y síntomas depresivos.
Entre los factores psicosociales, la peor calidad de las relaciones familiares y un mayor tiempo frente a las pantallas, eran elementos que hacían predecir la angustia en los jóvenes. Nora D. Volkow, participante en este trabajo, indica que la adolescencia temprana es una etapa en donde las personas experimentan grandes cambios físicos y sociales, perturbaciones a las que hay que sumar las que ha traído el coronavirus.
Volkow también añade que este trabajo también permite entender a los especialistas los diversos factores que modifican el estilo de vida de los más pequeños e inciden en la salud mental y en el bienestar de los adolescentes. De esta forma, es posible garantizar un mejor desarrollo al ofrecer una intervención que reduce el estrés que atraviesan los jóvenes.
Ayudar a los adolescentes
Una vez reconocidos los factores que desencadenan el estrés y que pueden afectar a la salud mental de los jóvenes, toca centrarse en qué se puede hacer para evitarlos. Entre las variables positivas se encuadran elementos como hablar de los planes para el futuro cercano entre la familia, o participar en actividades que incumban a todos los miembros de la casa y relacionadas con rutinas saludables.
En este sentido las actividades físicas y un mejor sueño se enmarcan entre las rutinas que hacían prever una buena salud mental, protegiendo frente al estrés, la ansiedad y la depresión. Por el contrario, una mayor cantidad de horas frente a la pantalla, haciendo uso de redes sociales y videojuegos, eran predictores de un desarrollo mental negativo.
Damián Montero
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