A medida que los niños crecen van enfrentándose a nuevos niveles en el campo de la educación. Cada curso que se sucede incrementa el nivel de dificultad: las responsabilidades aumentan, los temarios exigen más horas de estudio y los horarios se tornan más tediosos de cumplir. Por ello, el inicio de un nuevo año académico puede ser más complicado para un adolescente que para un niño.
En este caso la motivación de los adolescentes se vuelve un asunto de suma importancia de cara al inicio del instituto y de un nuevo curso escolar. Comenzar con el pie derecho esta aventura educativa es clave para asegurar el éxito a lo largo de los trimestres y sus correspondientes exámenes. Desde la Fundación Nemours comparten algunos consejos para que los padres puedan preparar a sus hijos en este sentido.
Diez consejos para ayudar a los adolescentes el inicio del curso
¿De qué forma pueden los padres ayudar a sus hijos adolescentes en el inicio de un nuevo curso escolar? Este es un decálogo que puede ayudar mucho en casa:
– Asistir a las reuniones de inicio de clases. Los adolescentes trabajan mejor en su instituto cuando los padres apoyan sus esfuerzos académicos. Acudir a las reuniones previas al curso escolar es una gran idea para conocer a los nuevos profesores y las expectativas del nuevo año. De esta forma se puede saber todo lo que cabe esperar de todo el tiempo que se inicia en las aulas.
– Visitar el instituto y su página web. Las reuniones de padres son, como ya se ha dicho, una buena manera de saber lo que se espera en el nuevo curso escolar. Pero en la web del instituto también se brinda mucha información sobre el año académico: horarios, actividades a realizar, posibles extraescolares, fechas de exámenes, etc.
– Apoyarlos en los deberes. Las tareas no desaparecen durante el instituto y los padres deben apoyar a sus hijos en este sentido. Una buena idea es la de hacerles saber que cuentan con un lugar donde poder estudiar y realizar sus deberes, así como asegurarles que cuentan con una figura a la que acudir en caso de dudas.
– Enviar a los adolescentes «preparados». El desayuno es la comida más importante del día y los padres deben garantizar que los adolescentes cumplan con ella antes de poner un pie en el instituto. De esta forma se contará con la energía suficiente para afrontar las horas en las aulas. Por supuesto, también hay que asegurarse de que se cumplen los horarios de sueño.
– Enseñar a los hijos a organizarse. Ya no se está en verano, ahora hay que cumplir con unos horarios. El mejor medio para ello es ser organizado y responsable para saber cuándo hay que estudiar, cuándo descansar, a la par de saber dónde acudir para encontrar el material que necesitan.
– Ofrecerles ayuda para estudiar. Los padres pueden servir como guía para que los más pequeños se organicen en casa y planifiquen los temarios teniendo en cuenta variables como fecha de exámenes, dificultad que les representa cierta materia, o preparación previa ante una asignatura.
– Conocer las políticas del centro. El incumplimiento de algunas normas en los institutos tiene consecuencias. Conocerlas puede ayudar a los padres a preparar a sus hijos para que sean alumnos ejemplares, respetando las normas de su centro educativo y contribuyendo a la creación de un entorno propicio para la enseñanza
– Involucrarse. Los adolescentes se sentirán más arropados en su vida escolar si ven a sus padres involucrados en la misma. Hay que estar atentos a sus necesidades y ser siempre un hombro en el que apoyarse cuando lo necesiten.
– Tomarse en serio la asistencia. En algunas ocasiones será inevitable que los hijos se queden en casa por algunas molestias. Pero en otras, es obligatorio cumplir con el calendario escolar para asegurar que el alumno está al día de todas las materias. Y, en el caso de que falten alguna jornada, poner medios para que los adolescentes estén al tanto de lo acontecido en su ausencia.
– Hacer tiempo para hablar sobre la vida académica. ¿Cómo les va a los hijos en el colegio? Sólo hay una manera de saberlo: preguntarles. Ya sea durante el desayuno, o en la cena, los padres deben acercarse para hablar sobre el curso escolar y conocer de primera mano las impresiones de los alumnos.
Damián Montero
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