La presión social, la búsqueda de amigos o sencillamente un deseo de sentirse adulto. Estos son algunos de las excusas que se esconden detrás del consumo de alcohol entre los adolescentes. Sin embargo, las bebidas etílicas no solo tienen resultados negativos a nivel físico, ya que influyen en el correcto desarrollo de las personas, sino que también afecta a su círculo de amistades.
Así de claro lo indica el trabajo realizado por la Universidad de León y titulado Estudio de los factores estructurales y los patrones de consumo de alcohol en escolarizados. Un trabajo en donde se han analizado los efectos de las bebidas etílicas entre los más jóvenes. Unos datos que han servido para la defensa de su tesis doctoral el pasado mes de diciembre.
Alcohol y amistades
En este trabajo se brindó a los escolares un cuestionario online en donde debían contestar a varias preguntas que no solo se relacionaban con su consumo de alcohol, sino que concernían a su círculo social. Una herramienta en la que buscaban conocer los comportamientos de los jóvenes en determinadas circunstancias, como en este caso los entornos donde se consumía este tipo de bebidas.
De esta forma se pretendía también analizar si el uso de redes sociales influía de algún modo en la adquisición de hábitos nocivos, como es en este caso el consumo de alcohol. Los resultados demostraron que de los 110 alumnos que presentaban riesgo de consumo de bebidas etílicas, cuando la interacción entre los adolescentes es pequeña, los alumnos con riesgo de consumir alcohol presentan posiciones más centrales en la red. Es decir, a menor cantidad de relaciones interpersonales, mayor peligro.
Por contra, a medida que la intensidad de contacto entre compañeros aumenta, el adolescente el riesgo de consumir alcohol se reducía. Tal y como explica la autora de estas tesis, Enedina Quiroga-Sánchez, la búsqueda de liderazgo en la etapa adolescente conlleva en ocasiones la caída en conductas inapropiadas con aquellos individuos que, según las estimaciones de su investigación, no se hallan en niveles de amistad estrechos.
Riesgos del consumo de alcohol
Como se ha dicho al principio del texto el consumo de alcohol en jóvenes es una de las conductas de mayor riesgo en los más jóvenes por la cantidad de riesgos que conlleva. Tal y como indican desde la Asociación Española de Pediatría y Atención Primaria, AEPap, estos son algunas de las consecuencias más negativas para el adolescente:
– El consumo abusivo de alcohol hace perder el control sobre las emociones y sentimientos. Tras una breve sensación de bienestar, si se está triste o deprimido, esta situación se agudiza. Asimismo, se produce una mayor fatiga física y más sueño; también se pierde fuerza y coordinación.
– El alcohol engorda pero no alimenta. Al contrario, aumenta la producción de grasa en el organismo.
– El alcohol es un depresivo, lo que significa que hace más lento el funcionamiento del sistema nervioso central.
– Alteraciones de las relaciones con la familia, compañeros y maestros.
– Bajo rendimiento escolar.
– Agresiones, violencias, alteraciones del orden público.
– Adopción de conductas de alto riesgo, como conducir tras haber bebido, primera causa de mortalidad en este grupo de edad.
Damián Montero
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