Por mucho que se llamen nativos digitales y parezcan conocer las nuevas tecnologías a edades tempranas, una cosa es saber manejar uno de estos dispositivos y otra gestionar el contenido que en ellos se encuentra. El mundo de internet no solo ofrece información, también supone un portal a través del que pueden llegar numerosos peligros, en especial a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea.
Ciberbullying, grooming, chantajes, sexting, estos son sólo algunos de los ejemplos de riesgos con los que se pueden encontrar los más pequeños mientras navegan por internet. Para evitarlos nada mejor que supervisar la actividad de los menores en dispositivos como smartphones, pero, ¿es algo que hacen los padres? Sobre este asunto trata el Proyecto Ciberastur, en donde se pretende concienciar sobre el uso responsable de red.
Presencia de smartphones
El primer dato que llama la atención de este estudio es que de los 25.582 participantes de este estudio, el 95,7% cuentan con un smartphone. Cabe destacar que de todos los encuestados, el 89% eran alumnos de entre 10 y 12 años. Unos números que demuestran la expansión que han tenido estas tecnologías en la actualidad y la cantidad de menores que acceden a internet de forma privada.
El 33,2% de los encuestados destaca que usa sus smartphones más de 5 horas al día y un 20,2% realiza este consumo de lunes a viernes. De entre todos ellos casi un 4% presenta conductas abusivas de estos dispositivos. Aunque quizás el porcentaje más sorprenda es que el 71,3% de los menores participantes encuestados reconoce que sus padres no revisan sus móviles.
Sobre la situación de los problemas derivados del uso de smartphones, este informe destaca que mientras el 2,4% de alumnado es víctima de situaciones de acoso tradicional grave, en el caso del cibernullying el porcentaje crece hasta el 3,25%. Además, el rol de agresor grave no alcanza el 1% en el acoso tradicional y se sitúan en un 2,3% en la ciberagresión.
Consejos para padres
Las nuevas tecnologías pueden ser un misterio para los padres. Muchos adultos no saben cómo proceder para evitar que todos los peligros que acechan en línea, para todos ellos estos consejos pueden ser gran ayuda:
– El ordenador siempre en el salón. Que haya uno de estos terminales en el cuarto favorece que se pueda navegar sin el conocimiento de los padres.
– Perfiles en redes sociales. Los padres de hijos menores deben abrirse un perfil en redes sociales para saber qué es lo que ocurre diariamente en la cuenta de los menores.
– Revisión de smartphones. Los móviles con conexión a internet favorecen la ocultación de pruebas, tanto de las víctimas como de los verdugos. Revisar estos terminales ayudará a saber si hay algún problema.
– Instrumentos de control parental. Coartar el acceso a determinadas páginas webs, ayudará a que aparezcan numerosos problemas.
– Recordar la confianza. Los padres deben hacer saber a sus hijos que siempre que exista un problema, pueden contar con su ayuda y apoyo para situaciones que los abrumen.
– Inculcar los niveles de comunicación intrafamiliar. Estos niveles tienen que estar ya consolidados, y que no se creen cuando sea necesario, es decir, cuando surja esta situación de bullying, tanto como si es la víctima o el acosador.
– Fomentar la capacitación de habilidades y estrategias en las familias para tener buenos niveles de educación.
– Educar en sensibilidad, hacer comprender a los hijos el derecho y el respeto a la víctima y ponerse en su lugar para evitar que se llegue a situaciones de violencia y de aislamiento de determinados menores.
– Crear un modelo colaborativo de resolución de problemas entre familia y escuela como forma de abordar los problemas de ciberbullying.
– No responder a la provocación: ante una situación de ciberacoso es imprescindible no responder a las provocaciones y dejar claro que las acciones del acosador pueden ser constitutivas de delito y que se actuará en consecuencia.
Damián Montero
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