El futuro termina por llegar. Por muy lejos que pueda parecer, poco a poco se va imaginando. Y así lo demuestra la encuesta elaborada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en donde los adolescentes han mostrado sus aspiraciones laborales. Una forma de saber cómo se verán los más pequeños de la casa cuando pasen los años.
Un informe en el que quedan demostradas varias diferencias entre géneros y que también puede servir para orientar la carrera académica de los adolescentes. Una oportunidad que poco a poco vayan decidiendo cuál va a ser su futuro, siendo asesorados de manera realista sobre ese trabajo soñado.
Docencia y nuevas tecnologías
Según los datos ofrecidos por este trabajo elaborado por la OCDE, en el caso de los niños el trabajo idílico para la mayoría de adolescentes (varones) sería uno relacionado con las tecnologías de información y comunicación (9,5%). Dentro de este grupo, en la segunda plaza empatan policía e ingenieros, ingenieros (ambos con un 7,3%), cerrando de esta forma el podio de los empleos soñados.
Profesores (7,1%), mecánicos de automoción (4,5%), médicos (3,9%), deportistas (3,7%), bomberos (2,3%), escritores (2%) y diseñadores (1,9%) son otros de los empleos destacados por los adolescentes en España. Si atendemos a las jóvenes, la tendencia es distinta, y el sector de la educación toma la delantera, siendo el puesto de profesora el más repetido por el 17,2%.
En segunda posición, el empleo más deseado es el de médica (10%) y en tercera psicólogas (6,4%). En otros puestos aparecen abogadas juristas (6,9%), enfermeras (3,8%), policías (3,6%), escritoras (3%), diseñadoras (2,9%) y veterinarias (2,3%). Es curioso cómo a diferencia de los niños, las nuevas tecnologías o las ingenierías no tienen presencia en el ranking.
Orientar a los adolescentes
Da igual la profesión, lo importante es hacer que el niño se motive de cara a este futuro laboral soñado. ¿Cómo conseguirlo? A través de la orientación, objetivo para el que la psicóloga Pilar García brinda los siguientes consejos:
– Motivación. Se trata de un factor fundamental para emprender la formación adecuada para alcanzar el empleo soñado. Antes de realizar el esfuerzo que supone esta especialización, es fundamental que el adolescente tenga claro que es lo que se quiere conseguir y qué es lo que mayor satisfacción produce.
Es importante corregir las creencias erróneas de que da igual el empleo o que solo importa el futuro que asegure. La motivación y la satisfacción encontrada en un trabajo son dos puntos a tener en cuenta.
– Esfuerzo. Trabajo y la formación que nunca para a lo largo de la vida profesional, y se le dedicará gran parte de la vida. Por ello, merece la pena, en cualquier momento, retomar, reflexionar, y decidir cómo emprender este camino.
Una vez que ya se tiene claro, el resto es esfuerzo, perseverancia y centrar toda la energía en aquello que se quiere conseguir; focalizando, sin que se disperse en diferentes ámbitos; para ir generando habilidades y recursos que resulten decisivos en la consecución de los objetivos.
Damián Montero
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