El ser humano es social por naturaleza. Desde que los niños ponen un pie en la calle buscan el contacto con otras personas y, poco a poco, van formando un grupo de amigos. Y parte del desarrollo de los hijos se desarrolla en este círculo, pero, en otras ocasiones en esta esfera pueden aparecer problemas que afecten al bienestar de los más pequeños o adolescentes.
Una amistad tóxica puede provocar un gran malestar y, en la mayoría de las ocasiones, los hijos no se percatan de ello. Por el contrario, los padres sí que pueden darse cuenta de esta situación, pero avisar de ello puede ser contraproducente y dar lugar a un conflicto. ¿Cómo hablar de ello y evitar estas discusiones? La psicóloga Laura Aguilera propone una serie de consejos para ello.
¿Mi hijo tiene una amistad tóxica?
El primer paso es reconocer si los hijos mantienen una relación de amistad tóxica. Estas son las claves:
– La relación de la amistad es unilateral. Es decir, el amigo domina al hijo. Él es quien aporta sin recibir nada a cambio.
– Ausencia de apoyo y aceptación. La amistad solo aporta críticos y reproches, las muestras de apoyo nunca aparecen.
– Incitaciones a acciones problemáticas. Estas amistades proponen a los hijos realizar acciones que no están bien, metiéndolos en problemas.
– Desconfianza. A esta amistad no se le pueden confiar secretos ya que siempre los usan en su contra.
– Ausencia de respeto. La amistad no da muestras de respeto hacia el hijo y lo trata de forma despectiva.
¿Cómo actuar ante una amistad tóxica?
– Analizar la relación como padres y ver si hay lugar a algún cambio para mejor. ¿Realmente es tóxica?
– Valorar la opción de contactar con los padres de esta amistad si entre las familias existe una buena relación, mostrando la situación y planteando opciones. Nunca hay que buscar reproches.
– Hablar con los hijos para que se hagan respetar. Hay que ayudarles a trabajar en sus emociones y autoestima. Él debe ser quien analice su relación de amistad, si esta es sana y si se puede cambiar. El «no» es una palabra que debe integrar en su vocabulario para evitar caer en situaciones comprometidas para él.
Damián Montero
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