Habitualmente los padres se quedan sorprendidos cuando ven cómo sus hijos manejan las nuevas tecnologías. La facilidad que tienen los más pequeños de la casa para usar smartphones y ordenadores es asombrosa. Sin embargo en ocasiones el uso de estos dispositivos por parte de los niños puede tener consecuencias negativas.
De hecho desde la Sociedad Española de Pediatría Social alertan de la creciente atención que cada vez prestan a más padres preocupados por la adicción de sus hijos a las nuevas tecnologías. De hecho este organismo explica que en la actualidad 33% de las consultas pediátricas están relacionadas con este asunto.
Adolescencia y nuevas tecnologías
Desde este organismo se explica que la adolescencia es una etapa en donde más riesgo hay de caer en la adicción a las nuevas tecnologías. Según la Sociedad Española de Pediatría Social esto se debe a que en esta etapa de la vida predomina la acción y no la reflexión. Es decir, los jóvenes ven que pueden usar su smartphone para hablar con los amigos asiduamente pero no se paran a pensar el peligro que puede derivarse de estas actividades.
Peligros como en primer lugar la adicción ya que poco a poco dependen de estos terminales y no son capaces de darse cuenta de que deben parar. Pero otro de los riesgos que entraña este uso de las nuevas tecnologías es su mal uso. A través de los teléfonos móviles con conexión a internet, muchos adolescentes acceden a contenidos sexuales y participan en actividades relacionadas con el ciberbullying como la transmisión de imágenes de otras personas sin su consentimiento.
Actividades peligrosas
Este organismo señala al estudio Menores de Edad y Conectividad Móvil en España para ilustrar la actual situación de las nuevas tecnologías en las generaciones más jóvenes. Según este trabajo enfocado en 2.500 personas de entre 15 y 18 años, al menos el 97% contaba con un teléfono móvil y el 90% se conectaba a internet.
Unos datos que a priori no resultan significativos, pero si se tiene en cuenta el uso que muchos adolescentes dan a estos dispositivos sí que hay motivos para preocuparse. Aproximadamente el 40% de los encuestados reconoció haber accedido a contenido sexual a través de sus terminales. De igual modo el 20% de los encuestados reconoció haber enviado imágenes de otras personas sin su consentimiento.
Educar para un buen uso
Ante el evidente problema que supone la adicción a las nuevas tecnologías, hay que enseñar a las nuevas generaciones a usar estas herramientas. Aquí van algunos consejos para ello:
– Los dispositivos tecnológicos deben ser adecuados al nivel de desarrollo del niño y a sus necesidades de aprendizaje.
– Los posibles riesgos y normas de uso se tratarán y negociarán con ellos.
– Las tecnologías se situarán en espacios comunes y cuando sean pequeños se recomienda que su uso sea compartido con los adultos.
– El tiempo de conexión (no hay ninguna receta), se habrá de compartir con el de NO conexión.
– Hay que enseñarles a relacionarse con otras personas en las redes sociales como les gustaría a ellos que los tratasen.
– No toda la información que hay en Internet es fiable. Hay que enseñarles a ser críticos.
– Intentar estar al día de la evolución tecnológica, para facilitar el aprendizaje a nuestros hijos.
– Ser un ejemplo de uso responsable de internet.
– Estar alerta de cualquier síntoma de posible adicción.
– Ser coherente con el uso razonable del que hacemos de la tecnología y con las conductas que exigimos a nuestros hijos.
Damián Montero