Instagram, WhatsApp, Snapchat, Youtube, TikTok, Facebook… estas son algunas de las redes que utilizan actualmente a diario los adolescentes. Se han convertido en su manera de conectar con el mundo y de comunicarse con los demás. Como padres… ¿sabemos que riesgos acarrean?
Podríamos definir una Red Social como un lugar (página web, App…) en el que diferentes miembros se encuentran e intercambian información, es decir, son un instrumento que nos mantiene en contacto a los unos con los otros.
Según el «Estudio Anual de Redes Sociales 2019» elaborado por IAB Spain, el 85% de los internautas en nuestro país de 16 a 65 años utiliza las redes sociales, siendo WhatsApp la más utilizada. En conclusión, parece que forman parte de nuestra vida, en especial, en la de los adolescentes.
Las redes sociales, de por si, no son buenas ni malas, depende más bien de su uso. La mayoría de los niños y adolescentes hacen un uso correcto, pero no podemos negar que acarrean una serie de riesgos.
El peligro tienen las redes sociales para los adolescentes
– Privacidad. En ocasiones, a través de las redes sociales los adolescentes comparten datos personales incluso íntimos, sin ser consciente de la audiencia a la que pueden llegar con sus publicaciones, con el gran riesgo que puede conllevar.
– Visión distorsionada de la realidad. En alguna de estas redes, hay una tendencia a mostrar únicamente el lado bueno de la vida, donde no existen los problemas y donde siempre debemos ser felices… y eso en muchas ocasiones supone un conflicto para los adolescentes, que sienten una presión social a mostrar siempre su mejor sonrisa.
– Problemas de autoestima. Es la adolescencia una etapa vulnerable de por si, en la cual los chicos/as están en construcción de su identidad. Que una foto no reciba suficientes «Me gusta» puede causar un gran daño.
– Pérdida de tiempo. El uso de los dispositivos electrónicos hace que no seamos conscientes de la cantidad de tiempo que estamos empleando en ello, lo que puede hacer que dejemos de dedicarle tiempo a otras actividades que lo merecen.
El uso excesivo de las redes sociales puede ayudar a desarrollar una adicción
Añadidos a estos están los peligros propios de internet: acceso inadecuado a contenido (violencia, sexualidad…), ciberbuying (acoso entre iguales a través de las redes) o, en casos más extremos, grooming (adultos que se hacen pasar por menores para chantajear a niños) suplantación de identidad o sexting (difusión de imágenes sexuales).
Pero tampoco debemos ser demasiado alarmistas, ya que parece que estos peligros están más relacionados con un uso inadecuado de estas aplicaciones que de su propia naturaleza.
Consejos para un uso responsable de las redes sociales
¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a hacer un uso responsable de las redes sociales? Recomendaciones para conseguirlo:
– Saber en qué redes sociales tiene perfil nuestro/a hijo/a: y conocer sobre el funcionamiento de estas, para poder hablar, de alguna manera, en su lenguaje.
– Informar a nuestros hijos de los peligros de las redes: no de una manera alarmista, si no divulgativa, favoreciendo en ellos una actitud crítica y que sean capaces así de identificar por ellos mismos cualquier peligro.
– Transmitir la importancia de la privacidad: manteniendo los perfiles de las redes sociales privados y no aceptando solicitudes de desconocidos.
– Controlar y limitar el uso: tenemos que establecer junto con nuestros hijos tanto la cantidad de tiempo de acceso a los dispositivos como la franja horaria para poder evitar así, una posible adicción.
– Intentar supervisar el uso que está haciendo nuestro hijo/a de susredes sociales: En casos en los que tenemos la sensación de que nuestro hijo/a está accediendo a contenido inadecuado o que se encuentre en riesgo, podemos instalar en sus dispositivos un control parental.
– Fomentar las relaciones cara a cara: en las que nuestro/a hijo/a quede con sus amigos y compartan alguna actividad, disfrutando de la compañía, más allá de las fotos o de los likes.
– Y sobre todo, lo más importante, comparte momentos con tu hijo/a: alejados de la tecnología, donde disfrutéis simplemente del hecho de pasar tiempo juntos.
Es un gran reto, nadie dijo que ser padres fuera fácil, y menos en la era digital donde parece que todo se complica… pero manteniendo una relación cercana con nuestro/a hijo/a, mostrándonos disponibles a sus necesidades y fomentando una comunicación familiar emocional, favoreceremos que, si tiene algún problema (relacionado con el mundo de las tecnologías o no) tenga la suficiente confianza de contártelo y poder así, ayudarle.
Mónica Gonzalo. Psicóloga y Psicoterapéuta infanto-juvenil. Responsable de Formación de Psicólogos Pozuelo.
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