Se entiende la adolescencia como un proceso homogéneo. Pero al menos hay tres etapas que se distinguen dentro de este paso de la infancia hasta la vida adulta. Un desarrollo que abarca desde el aparato motor, pasando por el plano físico y mental. ¿Cuáles son los más comunes? ¿Cuáles pueden suponer un mayor conflicto dentro de casa?
Desde la Asociación Española de Pediatría y Atención Primaria, AEPap señalan algunos de los cambios más evidentes durante la adolescencia. Permutas que se hacen evidentes en algunos casos y que se dividen en distintas etapas mientras se deja atrás la infancia hasta alcanzar la madurez emocional y física.
Desarrollo cognitivo y emocional en la adolescencia
Como se ha dicho, desde AEPap se indican tres etapas dentro de la adolescencia que se dividen en:
– Pubertad (entre 12 y 14 años)
– Adolescencia media (entre 15 y 16 años)
– Adolescencia tardía o juventud (entre 17 y 21 años)
Entre los cambios que experimentan en esta etapa los más jóvenes, a nivel cognitivo destacan los siguientes:
De los 15 a 17 años:
– Mayor comprensión de ideas abstractas. Aunque en momentos de estrés, su pensamiento vuelve a ser concreto.
– Son capaces de reflexionar. Mayor facilidad para distinguir entre verdad y falsedad.
– Empiezan a cuestionarlo todo, desarrollan su faceta crítica. Aumento de la rebeldía.
– Búsqueda de referencias que se asemejen a ellos. El padre deja de ser un espejo en el que mirarse y este papel lo ocupan famosos o compañeros de gran popularidad.
– Poco en el futuro, viven en el presente y actúan a corto plazo.
A partir de los 17-18 años:
– Mayor capacidad de análisis y reflexión. Empiezan a reconocer malas amistades y aquello que les conviene para su desarrollo.
– Mayor autogestión, son capaces de establecer rutinas de estudio, trabajo, descanso, aficiones. Son capaces de fijarse metas y cumplirlas, piensan más en su futuro.
– Dan más importancia a su faceta familiar. Las tradiciones cobran importancia y dejan de lado el egocentrismo.
En cuanto a los cambios más evidentes a nivel emocional:
De los 15 a los 17 años:
– Piensan en sí mismos. Toman conciencia de su imagen personal, se sienten más inseguros y buscan verse con ellos mismos.
– Sienten que sus padres no los entienden, los ven como una generación incapaz de empatizar su situación y buscan el apoyo en sus amigos.
– Los cambios emocionales unidos a la falta de control emocional provoca cambios anímicos.
– Buscan una mayor intimidad que antaño, lo que produce conflictos por ejemplo cuando sus padres entra en su habitación u otros espacios suyos.
A partir de los 17-18 años:
– Su madurez emocional les permite mantener relaciones personales más satisfactorias.
– Aumenta su independencia y no buscan el apoyo del resto. Las amistades siguen siendo importantes, pero ya no sienten la necesidad de encajar en el grupo a cualquier precio.
Cambios a nivel físico en la adolescencia
Si bien los cambios que mayo conflicto pueden originar se presentan a nivel emocional y cognitivo, la evolución física también es evidente. Algunos cambios pueden despertar dudas en los hijos, saber cuáles son los más comunes ayudará a que los padres pueden explicar que es un proceso normal en el camino a convertirse en adultos.
El cuerpo va alcanzando la madurez física. Crecen tanto en tamaño como en peso, su imagen cambia bastante y poco a poco van luciendo como un adulto. Se recomienda que en esta etapa se practique algún deporte ya que es en esta etapa para favorecer el correcto desarrollo del aparato motor. Además, estas actividades también favorecen su evolución emocional ya que entenderán valores como la cooperación y el significado del esfuerzo para conseguir las metas propuestas.
Otros cambios también se hacen evidentes a nivel auditivo y visual. La hipermetropía, fisiológica en la niñez suele desaparecer al tiempo que el niño crece. La mayor parte de las miopías aparecen entre los 6 y los 14 años de forma más o menos brusca. Pueden aumentar de forma intermitente hasta los 20 años. A ésta edad se suele estabilizar.
– La agudeza visual, máxima a los 6-8 años, se consolida a los 10-12 años.
– Las alteraciones en la visión de los colores tienen interés para la orientación profesional. No tienen tratamiento.
– Es bastante raro que un adolescente pierda la vista. Se suele deber a un fuerte golpe en los ojos o la cabeza, con una pelota o en un accidente de coche o moto.
Damián Montero
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