La adolescencia es una etapa de grandes cambios y, aunque todo adulto haya pasado por estos momentos, pareciera que se olvidan estos años. Por ello, cuando un padre enfrenta la crianza de un hijo en estos momentos, todo parece ponerse cuesta arriba.
Además, hay que tener en cuenta la rebeldía tan típica de este ciclo vital. La buena noticia es que todo puede revertirse y aprovechar para reforzar el vínculo paternofilial. Una manera es decirle que sabe por lo que está pasando y que cuenta con un total apoyo al que acudir si se tienen dudas. Porque no hay que olvidar que serán muchas las preguntas que atraviesan la mente de los jóvenes, cuestiones que necesitan respuestas.
¿Qué se le puede enseñar a un adolescente?
¿Cómo ayudar a que un adolescente se acepte a si mismo? Estos son algunos consejos para trabajar en este sentido:
– No comparar el aspecto del adolescente con nadie más. Ya que esto solo manda un mensaje: está bien el compararse con otras personas.
– No quejarse sobre la apariencia de nadie delante del hijo adolescente. Esto transmite un mensaje: la superficialidad está bien.
– Darles un cumplido sobre su aspecto, pero que asegurarse de que este no sea el único elogio que reciben.
– Felicitar su trabajo duro, su fortaleza, su amabilidad, y otras buenas cualidades de las que cualquier adolescente debiera sentirse orgulloso.
– Al hablar de dietas o ejercicio, enfocarse en la salud en lugar de que este se aun camino para verse atractivo.
– Recordarles que la mayoría de las imágenes que ven de modelos y famosos se encuentran fuertemente editadas y no son reales.
– Nunca olvidarse de aplaudir cómo se es. En especial de la herencia que cada uno tiene, ya que esto ayudará a que los adolescentes acepten cómo son en lugar de intentar imitar a otros. Una buena idea es recordar virtudes de sus abuelos y otros familiares.
– Dejar que tomen sus propias decisiones. El adolescente se siente mejor cuando es capaz de tomar decisiones que impactan su vida, de esta forma se impulsará su sentido de la responsabilidad y autonomía.
– Darles tareas en el hogar. Ayudar en la casa puede hacerle sentir útil, entender responsabilidades y observar cómo su comportamiento afecta a otros.
– Alentarlo a establecer metas realistas. Una autoestima baja puede ser resultado de la imposición de demandas imposibles sobre uno mismo. Ayudar al hijo adolescente a establecer metas altas pero no tan altas que sean inalcanzables.
Damián Montero
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