Estamos en una sociedad en donde las barreras para socializar prácticamente han desaparecido. Internet y los dispositivos móviles permiten que las personas puedan contactar con parientes y amigos en cualquier momento, aunque vivan al otro lado del mundo. Pero, curiosamente, la soledad se ha convertido en uno de los problemas más graves en la actualidad.
De hecho, la soledad en la actualidad se ha convertido en una gran amenaza para la salud de las personas a la altura de otros problemas como la obesidad. Así lo señala un estudio de la Asociación Americana de Psicología en su estudio: «Tan solo que podría morirme», en donde se pone sobre la mesa los problemas que muchas personas tiene que afrontar día tras día: la falta de compañía.
Reducción de la mortalidad prematura
Los investigadores de este estudio tuvieron en cuenta los datos de 200 investigaciones y 300.000 individuos en Estados Unidos, Europa, Asia y Australia. En él se tuvieron en cuenta las relaciones sociales de estas personas y las posibilidades de muerte prematura en ellos, o del desarrollo de problemas de salud.
Los resultados demostraron que la soledad puede representar mayor amenaza para la salud de las personas que otros problemas consideradores más serios como la obesidad. Aquellos individuos con mayor nivel re relaciones presentaban una reducción de un 50% la muerte prematura.
Por este motivo se anima a retomar el contacto con colectivos en riesgo de sufrir esta soledad, como por ejemplo los ancianos. A menudo las familias se olvidan de los abuelos, quienes con una llamada habitual y una visita periódica se verán beneficiados de la compañía de sus familiares previniendo los problemas que se derivan de la falta de compañía.
Soledad y Alzhéimer
Esta no es la primera vez que una investigación destaca el problema de la soledad para la salud. Un estudio del Centro de Investigación y Tratamiento del Alzheimer en el Hospital Brigham and Women’s, en Boston, que ha encontrado relación entre esta enfermedad y una proteína asociada a este mal y que está muy presente en las personas que se sienten olvidadas.
Los investigadores trataron de averiguar de qué modo la soledad favorece la aparición de la amiloidea, proteína asociada a la enfermedad de alzhéimer. Tal y como indican los responsables de este estudio los pacientes que tienen altos niveles de este componente cuentan con un 7’5% más de posibilidades de desarrollar esta enfermedad en el futuro. En este punto el equipo de trabajo quiso descubrir hasta qué punto mantenerse socialmente activo ayuda a prevenir la aparición de demencias.
Para determinar la relación entre la soledad a una edad avanzada y el aumento del riesgo de alzheimer, los investigadores analizaron a 43 mujeres y a 36 hombres con una edad media de 76 años. Todos estos pacientes estaban sanos y sin síntoma alguno de Alzheimer u otra demencia.
Los resultados de esta investigación demostraron que aquellas personas que afirmaban sentirse solas tenían altos niveles de esta proteína. O lo que es lo mismo, los pacientes que presentaban amiloidea en sus cortezas cerebrales tenían un 7’5% más de probabilidades de sentirse solas que el resto.
Sin embargo los investigadores advierten que este trabajo solo tiene que ser tomado como la invitación a realizar nuevos estudios con el fin de profundizar en la relación entre el desarrollo de alzhéimer y el nivel de soledad que tienen los pacientes de este tipo de demencia.
Damián Montero
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