La impresión digital sigue evolucionando y mejorando sin parar. Ahora tanto estudiantes como profesionales pueden realizar sus reproducciones artísticas con la impresión giclée, un sistema digital de altísima calidad para obras originales de gran formato como pinturas, dibujos y cualquier tipo de manifestaciones gráficas con el que se obtiene un resultado muy similar al original.
La palabra francesa giclée, que se pronuncia «yiclé», proviene del verbo francés gicler que significa rociar en español. Pero, ¿qué es la impresión digital giclée? Esta técnica de impresión de chorro de tinta consiste en pulverizar el pigmento en forma de microscópicas gotas ‘rociando’ el soporte. Gracias a esta técnica se consigue gran detalle en las formas, tramas y patrones.
¿Quieres impresiones para Bellas Artes de altísima calidad? Ahora es posible utilizando las tintas especiales que ofrecen una permanencia de la imagen de varios cientos de años, ya que la calidad de una copia giclée, supera a otras copias realizadas con procesos tradicionales.
Por este motivo, la técnica giclée es hoy tendencia y se ha convertido en la favorita de miles de fotógrafos, pintores y dibujantes. Gracias al giclée, museos, galerías, coleccionistas y editoriales de arte de todo el mundo pueden exponer y comercializar sus obras, fotografías o ediciones limitadas a color o en blanco y negro. La inyección de tinta ofrece una calidad muy superior a la habitual, por lo que suele utilizarse para reproducir obras originales, generalmente, de gran formato.
Un poco de historia sobre la impresión giclée
Jack Duganne, del estudio Nash Editions, fue el inventor de esta técnica, que surgió en 1991 en Estados Unidos. Desde entonces, el término giclée sirve para designar el primer procedimiento de impresión digital por «chorro de tinta» específico de la reproducción y la edición de obras de arte.
La década de los noventa ha marcado un antes y un después en la reproducción al detalle, ya que otros procedimientos clásicos como la litografía, la serigrafía o el grabado han dado paso al giclée, que es una fusión entre lo clásico y lo digital, como consecuencia de la evolución de tecnologías como la fotografía o la edición digital.¿Por qué la impresión giclée es tan exquisita?
La primera razón es la alta resolución que ofrece, ya que la máquina imprime en hasta 2.400 PPP, mientras que una impresora doméstica lo hace en 600 PPP.
El segundo motivo es que consigue un acabado muy elegante, ya que la impresión reproduce colores y tintas planas dando lugar a un resultado muy similar al de la serigrafía o impresiones de tinta directa.
La tercera razón es que permite imprimir en gran formato. El nivel de calidad que distingue a esta técnica no tiene competencia en impresoras que reproducen trabajos de grandes dimensiones.
Y cuarto motivo y quizás el más sorprendente es que permite la edición y el retoque digital para llegar a ese grado de perfección, que colma las expectativas de la mirada más exigente.
El resultado final del giclée en papel
Para la impresión giclée es habitual utilizar papeles de alta calidad como el papel de algodón, el papel de acabado fotográfico de diferentes gramajes o los lienzos. La calidad del papel aporta un acabado único y exclusivo al producto final.
Realmente, uno de los retos más importantes con el que nos enfrentamos al llevar las obras de arte digitales al soporte en papel, es evitar perder pinceladas y trazos finos, así como contornos y tonalidades de colores, detalles que con la calidad de la impresión giclée se consiguen reflejar fielmente como en la obra del artista.
De este modo, es posible apreciar la obra de manera integral y la experiencia resulta tan fascinante como cuando se contempla el original. Esto convierte a la impresión giclée en una técnica imprescindible para replicar la realidad que adquiere cada vez más relevancia.
Marisol Nuevo Espín
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