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Los teléfonos inteligentes de los hijos

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Las encuestas son un magnífico método para conocer cómo utilizamos la tecnología, tanto en España como en el resto del mundo. Un uso que es diferente según hablemos de padres o hijos. Los chavales conocen muy bien todo el manejo de estos aparatos.

España es el segundo país europeo con más usuarios de smartphones. Se denomina así a los teléfonos inteligentes, los que pueden hacer casi de todo. Son como un pequeño ordenador portátil que nos cabe en el bolsillo del pantalón.

Hace unas semanas conocíamos los resultados de una encuesta que señala que el 46,3 por ciento de quienes utilizan un teléfono móvil en España son usuarios de un smartphone. De la noche a la mañana nos hemos convertido en el segundo país europeo que más utiliza estos aparatos, solo por detrás del Reino Unido.

Adolescentes usando su móvil

Foto: THINKSTOCK 

Los usamos para todo, incluso para hacer llamadas. Nos sirven para escuchar música, bajar vídeos de Internet, mandar mensajes de texto con alguna aplicación gratuita, o para conectarnos a nuestras redes sociales. Esto lo hacemos tanto adultos como jóvenes y adolescentes.

Lo cierto es que se han convertido en una necesidad de la que no podemos prescindir. Porque salir a la calle sin el móvil puede suponer un tremendo estado de ansiedad para un adolescente, que se sentirá inseguro. Necesita tenerlo cerca de él, a ser posible en la mano.

De hecho, si observamos a nuestros hijos, muchos de ellos no llevan este aparato en el bolsillo, sino en la mano. Se sienten más seguros.

De la encuesta antes citada podemos extraer algunos datos interesantes, como que el consumo de música es práctica habitual en el 32,6 por ciento de los usuarios, que utilizan su teléfono como reproductor de música.

Esto puede ser un buen uso si a nuestros hijos les enseñamos a escuchar esa música a un volumen razonable. Se trata de evitar situaciones indeseadas, como lo es la pérdida de audición cada vez más frecuente en nuestros jóvenes, principalmente porque han utilizado estos dispositivos durante mucho tiempo y a un volumen excesivo.

Es una pequeña muestra de lo que nos permite hacer esta tecnología, y de las posibles desventajas. Con el resto de las aplicaciones que nos facilita un teléfono móvil ocurre lo mismo. Podemos encontrar infinidad de herramientas que nos harán la vida mucho más sencilla y que son muy positivas, pero también hay problemas, desventajas y peligros. De evitar estos últimos dependerá que el uso que hagamos de estos aparatos sea sensato y saludable. Que para eso se han inventado y desarrollado sus diferentes aplicaciones; para hacernos la vida más sencilla y no para complicárnosla.

Las redes sociales de los padres

Y hablando de encuestas, acaba de salir una sobre el uso que se hace de las redes sociales en edades comprendidas entre los 20 y 50 años. Se trata del «Informe Nestea y las redes sociales», que nos facilita algunos datos muy interesantes, que pueden y deben hacernos reflexionar.

Por ejemplo, más del 50% de los españoles encuestados (51,72%) afirman que pasan menos de 4 horas al día conectados a Internet activamente, es decir, navegando, leyendo E-Mails, trabajando, accediendo a redes sociales, etc. El 42,94% pasan conectados a Internet activamente de 4 a 10 horas al día de media, y el 5,35% más de 10 horas al día. Y cuanto más jóvenes son más horas pasan. Los varones, además, le dedican más tiempo que las mujeres.

El estudio viene a demostrar la necesidad de racionalizar el uso de la tecnología. Hay que utilizarla, está claro, y es un gran avance para el ser humano tanto en el trabajo como en el ocio, pero en su justo término. No podemos olvidar otros aspectos importantes en la vida, la vida real.

Hay gente que prefiere chatear a través de Internet que salir con los colegas, o que mientras esta cenando con estos se pasa la velada conectado en su red social y chateando con otros amigos virtuales. Muchos prefieren quedarse en casa y conectarse antes que ver a sus amigos de toda la vida.


La forma de comportarnos en la vida social está cambiando, y no siempre para bien.


Y si hablamos de redes sociales, más del 90% de los encuestados (91,44%) afirma estar unido a una como Facebook, Twitter, Tuenti y Linkedin, lo que deja clara la importancia de estas redes sociales.

Casi el 50% de los encuestados (principalmente los hombres y las personas de 25 a 55 años) que aseguran que están unidos a una red social (49,62%), indican que pasan conectados a redes sociales menos de 1 hora al día, frente a un 41,36% que afirma pasar de 1 a 4 horas al día conectado a ellas, y un 9,03% asegura que pasa 4 horas o más al día.

Estar online menos de una hora al día puede parecer razonable, siempre que no se convierta en una necesidad. Más de una hora, excepto por cuestiones estrictamente laborales, parece una exageración y un mal uso de esos aparatos y aplicaciones que la moderna sociedad pone a nuestra disposición.

Y si nos referimos a la tecnología de que disponemos, el 85,06% de las personas encuestadas asegura que tiene un ordenador portátil, un 60,58% indica que tiene conexión a Internet desde su teléfono móvil, un 19,25% afirma que tiene Tableta o Tablet PC y un 16,92% declara que tiene e-book. Son las personas de clase social alta, con altos ingresos mensuales en el hogar y quienes tienen estudios superiores, aquellos que en mayor porcentaje que el resto, poseen alguno de estos dispositivos.

Podría dar la impresión de que cuanto más dinero se tenga más tecnología y aplicaciones hay que utilizar. Pero hay que saber diferenciar entre disponer de esa tecnología y estar todo el día enganchados a ella. El uso saludable y sensato es esencial.

Y los padres tienen que dar ejemplo a sus hijos.

Juanma Romero. Fundador de Adicciones Digitales

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