España es uno de los países de la UE que figura entre los que menos se preocupa por la familia de Europa, como destaca el Instituto de Política Familiar (IPF) en su último informe La protección social de la familia en España. Este es el segundo estudio que el IPF hace público de una serie de cinco investigaciones tiene previsto publicar antes de las elecciones generales.
Este informe demuestra que la familia recibe una atención *casi marginal* en los presupuestos y que la crisis económica ha agravado esa situación. De hecho, en 2013, sólo el 5,19% de todas las prestaciones de protección social en España se dedicaron a la familia. Desde 2002, año en el que las prestaciones descendieron al nivel más bajo, un 4,55%, nunca se había destinado tan poco a la familia.
Para entender mejor estos porcentajes, si los pasamos a cifras vemos que de cada 19 euros que se destinan a gastos sociales, solo uno es para las prestaciones de protección a la familia. Lo que demuestra, según el IPF, que las ayudas a la familia no son una prioridad en España.
La precaria situación de la familia en España
En relación al resto de los países de la Unión Europea, el informe del IPF demuestra el escaso esfuerzo que se hace en España para incentivar las ayudas económicas a la familia. En general y a nivel global, el PIB dedicado a la familia ha caído en los últimos años. Así, en 2013 solo fue el 1,3%, pero cinco años antes había sido del 1,43%. Unos porcentajes muy alejados de los que se barajan en la Unión Europea donde se alcanza el 2,2% de su PIB como media en las partidas destinadas a la política de familia.
En el ranking, España ocupa el puesto 21 de los 28 estados de la UE y está al mismo nivel que Rumanía y Portugal.
Propuestas de mejora para las familias
La familia española puede percibir cuatro tipos de asignaciones directas, pero están sujetas a restricciones. El Instituto de Política Familiar (IPF) ha propuesto en este informe las siguientes mejoras:
1. La paga de cien euros al mes. La reciben las madres trabajadoras hasta que el hijo cumple tres años. Ha perdido desde 2003 un 24% de su valor real.
Mejora: aumentar la paga de 100 euros hasta 125 euros a las madres trabajadoras.
2. La prestación por hijo a cargo. Esta asignación permanece congelada desde hace quince años y es una de las más bajas del continente: asciende a 24 euros al mes, mientras la media europea se sitúa en 91 euros. La restricción es que sólo pueden percibirla las familias que no superen los 11.547 euros anuales por unidad familiar, mientras que en gran parte de los países de la UE tiene carácter universal, es decir, la perciben todas las familias independientemente de los ingresos que tengan.
Mejora: incrementar la prestación por hijo a cargo, aproximándose a la cuantía de media europea (91 euros al mes), con carácter universal para que todas las familias la perciban.
3. El PIB dedicado a la familia. En 2013 solo se destinó el 1,3% del PIB a las ayudas a las familias. La media europea está en el 2,2%.
Mejora: revalorizar anualmente las asignaciones familiares y destinar el 2,2% del PIB a favorecer a esta institución.
Marisol Nuevo Espín
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