Niños con problemas para desarrollarse con los demás y que en ocasiones tienen comportamientos inadecuados. Esa sería la definición más rápida y sencilla de lo que es el síndrome de Asperger, un trastorno del desarrollo cerebral relacionado con el autismo y bastante frecuente que tiene una importante incidencia en los niños. Te contamos todo sobre él.
La Asociación Española de Pediatría en Atención Primaria (Aeped) define el síndrome de Asperger como una «discapacidad social importante, de presentación temprana y carácter duradero«. Se trata de un trastorno que exige una adaptación tanto del paciente como de su entorno más cercano y que se caracteriza por dificultades en las habilidades sociales, el uso del lenguaje para comunicarse y en la conducta.
Los síntomas del síndrome de Asperger
Los niños con síndrome de Asperger presentan áreas de especial interés, es decir, hay ciertos temas en los que profundizan mucho y que sacan a colación siempre, «sea o no procedente», explican los pediatras, que señalan que la falta de socialización típica de estos niños se define como un trastorno de la empatía.
Por otro lado, los niños con este trastorno suelen tener una inapropiada utilización del lenguaje. «Son muy típicas la incapacidad para entender el sentido de la metáfora y las dificultades con el sentido del humor», ejemplifican.
Sobre los rasgos de la personalidad de estos pequeños, los pediatras indican que varían con la edad. Así, en preescolar «suelen aparecer dificultades en el aprendizaje y la conducta», mientras que en la adolescencia lo más típico es que aumente la conflictividad social, algo que se da en mayor medida en ambientes menos estructurados. «También son frecuentes las alteraciones emocionales y los trastornos obsesivos«, señalan, al tiempo que alertan de la necesidad de estar atentos para evitar casos de acoso.
Características de los niños con síndrome de Asperger
El Centro Leo Kanner de Santiago de Chile, especializado en apoyo a niños con asperger y sus familiares, tiene una lista con algunas de las características sociales más frecuentes en las personas que tienen este trastorno:
– Se relaciona mejor con adultos que con los niños de su misma edad.
– No disfruta normalmente del contacto social.
– Tiene problemas al jugar con otros niños.
– Quiere imponer sus propias reglas al jugar con sus pares.
– No entiende las reglas implícitas del juego.
– Quiere ganar siempre cuando juega.
– Le cuesta salir de casa.
– Prefiere jugar solo.
– El colegio es una fuente de conflictos con los compañeros.
– No le gusta ir al colegio.
– No se interesa por practicar deportes en equipo.
– Es fácil objeto de burla y/o abusos por parte de sus compañeros, que suelen negar a incluirlo en sus equipos.
– Dificultad para participar en deportes competitivos.
– Cuando quiere algo, lo quiere inmediatamente.
– Tiene dificultad para entender las intenciones de los demás.
– No se interesa por la última moda de juguetes, cromos, series TV o ropa.
– Tiene poca tolerancia a la frustración.
– Le cuesta identificar sus sentimientos y tiene reacciones emocionales desproporcionadas.
– Llora fácilmente por pequeños motivos.
– Cuando disfruta suele excitarse: saltar, gritar y hacer palmas.
– Tiene más rabietas de lo normal para su edad cuando no consigue algo.
– Le falta empatía: entender intuitivamente los sentimientos de otra persona.
– Puede realizar comentarios ofensivos para otras personas sin darse cuenta, por ejemplo: «que gordo».
– No entiende los niveles apropiados de expresión emocional según las diferentes personas y situaciones: puede besar a un desconocido, saltar en una iglesia, etc.
– No tiene malicia y es sincero.
– Es inocente socialmente, no sabe cómo actuar en una situación. A veces su conducta es inapropiada y puede parecer desafiante.
Diagnóstico del Asperger
Para diagnosticar este síndrome no existe ningún test ni cuestionario específico, sino que los especialistas se basan en la historia clínica y la observación del niño. Por ello, ante un niño con dificultades en la relación social y con obsesiones en áreas muy específicas de conocimientos, la Aeped recomienda que la familia consulte con un especialista en psiquiatría infantil.
¿Se puede prevenir?
Los padres, en nuestro afán por evitar males a nuestros hijos, tendemos a preguntarnos cómo podríamos prevenir todas las enfermedades que existen en el mundo. Sin embargo, en el síndrome de asperger (como en muchos otros) no hay prevención que valga. El síndrome de Asperger es un trastorno del espectro autista de alto nivel cuya detección tampoco es fácil.
El tratamiento del síndrome de Asperger
El tratamiento del síndrome de Asperger debe basarse en la «multidisciplina», indican los pediatras. De este modo, aseguran que la psicoterapia cognitivo-conductual «es la que ha demostrado ser eficaz». Las intervenciones pedagógicas y educativas son asimismo fundamentales «con apoyo específico a los docentes».
Sobre esto, los pediatras confirman que también es importante el apoyo a las familias de estos niños y que no existe medicación específica. «Ésta dependerá, en cada caso, de la sintomatología que presente el niño», comentan, al tiempo que aseguran que toda prescripción de psicofármacos «deberá estar suficientemente argumentada».
Ángela R. Bonachera
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