Un estudio realizado por investigadores del Instituto MIND (Medical Investigation of Neurodevelopmental Disorders) de la Universidad de California ha revelado que las madres de niños con autismo son menos propensas a tomar suplementos de hierro antes o durante el embarazo en comparación con las madres de niños que experimentan un desarrollo normal.
Además, esta baja ingesta de hierro y el aumento del riesgo de autismo se han asociado a otros factores tales como la edad de la madre o la existencia de enfermedades metabólicas en el momento del parto como la obesidad, la hipertensión o la diabetes.
La importancia del hierro durante el embarazo
Muchas mujeres sufren anemia durante el embarazo. Estas anemias están causadas normalmente porque la cantidad de hierro establecida en la dieta de las mujeres embarazadas es insuficiente. Por este motivo, es normal ver cómo las futuras madres toman suplementos de hierro a partir del segundo trimestre del embarazo. Esta falta de hierro y la aparición de la anemia durante el embarazo aumentan a su vez el riesgo de sufrir un parto prematuro. Además, síntomas como el cansancio o la fatiga se convierten en dificultades con las que la mujer embarazada debe lidiar en su día a día.
Menos hierro durante el embarazo, más riesgo de autismo
Esta investigación ha señalado que, además, «el hierro es crucial para el desarrollo temprano del cerebro, contribuyendo a la producción de neurotransmisores, la mielinización y la función inmune», estableciendo así por primera vez una relación entre el consumo de hierro en el embarazo y el desarrollo del autismo en niños.
Además, el aumento del riesgo de autismo en el niño, asociado al bajo consumo de hierro, está a su vez determinado por factores como la edad de la madre (más riesgo a partir de los 35 años) o la presencia de enfermedades metabólicas en el momento del parto. Así, el riesgo asociado a la baja ingesta materna de hierro es mayor en los casos en que la madre tiene una edad más avanzada y problemas metabólicos durante el embarazo.
Este descubrimiento se suma a los avances realizados en estos últimos años acerca del autismo. Así, encontramos que en 2011, unos años antes de esta última investigación que pone en relación el consumo de hierro en el embarazo y el riesgo de desarrollar autismo en el niño, estos mismos investigadores descubrieron que el riesgo de que un niño desarrollara autismo era menor si la madre tomaba suplementos de ácido fólico, un dato que ha dado pie a investigaciones de mayor escala, que tratan de averiguar métodos para prevenir la aparición del autismo en niños.
Patricia Núñez de Arenas