Aunque existen características biológicas propias de cada sexo, éstas suelen verse también influidas por la propia cultura. Somos padres y madres, hombres y mujeres según lo que hemos aprendido de personas de nuestro propio sexo y del otro, principalmente de los padres. Por eso, cuando uno de los dos falta, es fundamental que la familia «extendida» (abuelos, tíos, padrinos..) supla las necesidades de modelos de los niños.
Hoy se tiende a una mayor igualdad en la educación de los hijos: se cuida por igual la seguridad física de niños y niñas, y se aspira a un desarrollo social e intelectual similar para ambos. Esto resulta sumamente positivo porque si existe mucha rigidez en los roles pueden producirse visiones deformadas de la identidad o provocar que el niño no logre adaptarse a las características exigidas y se identifique con el sexo opuesto.
En el otro extremo, obligar a los hijos a transgredir normas culturales, puede hacerlos sufrir. Por ejemplo, vestir a un niño de rosa o impedir a nuestra hija pequeña usar pendientes.
En cualquier caso, si ambos nos mantenemos cerca de nuestros hijos desde el comienzo, les estaremos ayudando a crear una identidad completa.
La influencia de papá en sus hijos
Estas son algunas de las particularidades propias del padre, quien por su condición de varón, y por los roles que normalmente asumen en la familia y en la sociedad, suele proyectar en sus hijos.
Características propias
La comunicación, en algunos casos, es casi sin palabras. Se produce en el compartir un momento, sentir el apoyo, etc. Son vistos por los hijos como más distantes, claros y directos. Por eso, parecen autoritarios, lo que sería negativo, o más capaces de ejercer la autoridad, lo que es positivo. Con papá se habla menos, pero se suele hacer más, Interviene poco y lo hace para tomar decisiones, buscar soluciones prácticas a los problemas. Por ejemplo, si saca malas notas, lo castiga o le plantea un plan de estudio intenso.
Medios de comunicación con el padre
Del padre se aprende durante actividades específicas, compartidas, como un juego, un paseo, algún deporte, cuando le enseña a andar en bicicleta, o a usar el ordenador… el niño aprende así a enfrentarse al mundo.
Contenidos específicos del padre
· Por las actividades específicas que realiza con los hijos, les transmite mejor las habilidades motoras.
· Hace numerosas propuestas.
· Relación más distante, en circunstancias especiales, aunque el hijo sabe que cuenta con su apoyo.
· Su amor hacia el hijo pasa a través de la madre.
· Más controlador, ejercen más la autoridad.
· Relación más fácil porque no tiene el desgaste del día a día y sus decisiones son menos cuestionadas.
· Fomenta el riesgo y la independencia de los niños. («Tienes que hacerlo solo»).
· Riesgo: ser autoritario o excesivamente distante.
· Papel hacia la madre: apoyarla y acompañarla en sus decisiones. Mantenerse en contacto con los hijos a través de ella. No contradecirla y reafirmarla en su autoridad.
Si falta el padre…
Existe más riesgo de que el niño tenga problemas de disciplina. Esto puede ocurrir también aunque el padre vea a los niños, pero esporádicamente. Es fundamental el apoyo que el marido da a la madre para que ésta ejerza autoridad frente a los hijos. En el caso de las viudas, aunque el padre no está, él sigue siendo una figura que está presente para los hijos.
Así influye el padre en el niño
Identidad sexual
Es el modelo de lo masculino. Pero para eso debe sentir admiración por él, que tenga alguna destreza específica: «papá es el que sabe». En este proceso de identificación es muy importante enseñar a frenar sus impulsos agresivos: si ven a un hombre que se controla a sí mismo, se motivará a hacerlo él también.
Aquí es fundamental el juego de lucha que los padres suelen hacer con sus hijos. Cuando están en el suelo y el niño le pega demasiado fuerte, el padre le dice que se acabó, que se le está yendo la mano, le está enseñando autocontrol.
También aprende a reconocer muestras como gestos de dolor o de desagrado para saber que tiene que parar.
Pasar al mundo adulto
Ayuda al niño a pasar al mundo adulto a través de los «ritos de iniciación», como pueden ser: quitarle las rueditas traseras de la bicicleta, y más tarde regalarle la primera máquina de afeitar. Son gestos que equivalen a decirle: «Bienvenido al mundo de los hombres». Si esto falta, buscará esta reafirmación toda su vida, a través de distintas formas como ser bueno para las peleas, buscar el poder, tener éxito con las mujeres, especialmente en el plano sexual…
Actividades específicas
Se preocupa por los deportes, manualidades, técnica, computación y lo ayuda en su interés por explorar el mundo.
Apoyo a la madre
Favorecer la relación con la madre estrecha lazos familiares.
Cecilia Fontaine
Asesoramiento: Malva Villalón y Sergio Canals, Psiquiatras
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