Casi el 10 por ciento de los niños menores de 12 años se han quedado solos en casa en algún momento, lo que aumenta su riesgo de sufrir algún accidente en el hogar, siendo las caídas y golpes los más frecuentes, según un estudio llevado a cabo por la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y la Fundación Mapfre.
El trabajo se ha realizado a partir de 1.726 cuestionarios a familias de niños que habían sufrido un accidente en el último año y la coordinadora del estudio, Guadalupe del Castillo, se ha mostrado «escandalizada» con este resultado, ya que considera que el problema de los «niños llave» es «un factor de riesgo social» que debe ser «denunciado o comunicado al trabajador social».
Sobre todo porque, aunque quedarse solo en casa es generalmente más frecuentes a partir de los 8 años (16% de los encuestados en este grupo de edad), hasta un 6,3% de los niños de 5 a 7 años han estado solos en casa en alguna ocasión y hasta un 3,2% de los menores de dos años.
Los pediatras creen que a partir de los 12 años los menores pueden comenzar ya a quedarse solos en determinados casos, aunque depende de otros factores, y la edad a la que hay más riesgo de que pase algo en caso de quedarse solo es entre los 2 y 8 años.
En términos generales, la encuesta muestra cómo los niños sufren una media de dos accidentes al año, unos 400.000 en España según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), de los que 150 acaban siendo mortales. De estos, casi la mayoría son por accidente de tráfico (unos 60) o por ahogamiento o atragantamiento (unos 40).
Caídas o golpes, los más frecuentes
La mayor parte de los accidentes se producen en el entorno del niño (57%), principalmente en la escuela o en el parque, seguido del hogar, donde se dan en el 42 por ciento de casos, y las formas más frecuentes son las caídas (56%) o los golpes contra un objeto, persona o animal (26%).
No obstante, el tipo de accidente varía según la edad ya que, mientras cuando son más pequeños (menos de 4 años) son más frecuentes los ahogamientos, las caídas o los aplastamientos, entre los 5 y 7 años el motivo más frecuente es una mordedura y a partir de los 8 años ya son los cortes, los golpes o los provocados por un cuerpo extraño.
De todos ellos, 7 de cada 10 necesitaron atención médica, hasta un 35% tuvo que ir al hospital y el 4% necesitó ingreso hospitalario.
Las causas más frecuentes de los accidentes infantiles
En cuanto a los motivos por los que los familiares creen que se produjo el accidente, el 46% cree que se debió al azar o a la casualidad, el 21% por imprudencia o temeridad del niño y sólo el 14% por un descuido o distracción del cuidador.
La presidenta de AEPap ha asegurado que la mayoría de los accidentes son prevenibles. Y aunque está claro que no se puede culpabilizar a los padres, ellos y los cuidadores deben ser conscientes de que han de tomar medidas para evitar que se produzcan.
Prueba de ello es que aquellas familias que toman medidas preventivas en el hogar, como dejar los medicamentos y los productos de limpieza fuera del alcance de los niños, tienen menos riesgo de que los niños sufran un accidente.
Además, la pediatra apela a la educación del menor «desde el nacimiento». «Desde que nacen debemos estar enseñándoles y dándoles ejemplo, porque los niños son inquietos y curiosos por naturaleza, pero también es cierto que aprenden por imitación y hay que hacerles ver lo que es peligroso y lo que no».
Marina Berrio
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